LA BRÚJULA

La mirada cítrica: "Las sanciones financieras hacen mella en las cuentas rusas"

El análisis de la actualidad económica de Ignacio Rodríguez Burgos en La Brújula.

ondacero.es

Madrid | 01.03.2022 21:23

El Frente Económico de la Guerra en Ucrania avanza, como avanzan las columnas de blindados rusos hacia Kiev. Quizá lo más significativo llegue del mar. Dos de las principales navieras de transporte de contenedores del mundo, Maerks y MSC evalúan suspender sus enlaces con Rusia mientras el gigante del dinero de plástico Mastercard bloquea a varias entidades en cumplimiento de las sanciones contra Rusia.

Empresas industriales como General Motors, Daimler o Harley Davidson cortan relaciones con el régimen de Moscú mientras las sanciones financieras hacen mella en las cuentas rusas. Rusia debe echar mano de las reservas en oro y en yuanes, la divisa china, para sortear los efectos de las sanciones occidentales. Claro que Putin ha contado con 8 años para reestructurar sus reservas para evitar mayores daños.

La bolsa de Moscú está cerrada desde el lunes, sus derivados muestran caídas del 90%. La agencia Moodys estudia la rebaja de la calificación de varios bancos de Rusia y de Ucrania mientras la petrolera francesa Total decide seguir los pasos de sus competidoras Shell y British Petroleum y abandonar el gigante euro-asiático. La Agencia Internacional de la Energía ha liberado 60 millones de barriles de crudo para aliviar tensiones. El petróleo ha llegado a superar los 107 dólares el barril, el gas se encarece un 20% y el trigo marca máximos en el mercado de referencia de Chicago. Las bolsas europeas han caído casi un 4% y la española un 3 con 43%.

Este es el panorama económico de la guerra, que al drama humano añade más pobreza cuando la inflación repunta de nuevo, en Alemania está ya en el 5%. El Consejo de Ministros aprueba el anteproyecto de la Ley de Movilidad que abre la puerta a la posibilidad de cobrar para poder circular por el centro de las ciudades y aprueba el PERTE del español. Más de 1.100 millones de euros para conseguir que la inteligencia artificial “piense en español”. ​