El conflicto entre las VTC y los taxis llegó montado en la Ley Ómnibus de liberalización económica y del transporte que aprobó Rodríguez Zapatero. En poco tiempo, un pequeño grupo de empresarios advirtió la oportunidad y se hizo con miles de licencias VTC a coste minúsculo. Cuando los taxistas comenzaron a protestar, el Gobierno de Rajoy paralizó la concesión de nuevos permisos. Así que las licencias que ya se habían concedido se revalorizaron. Con la venida de las nuevas plataformas de transporte el conflicto se endureció con más protestas de los taxistas. Sánchez, con el decreto Ábalos, encasquetó la regulación a las comunidades autónomas. Y cada una legisló a su manera. Madrid y Andalucía regularon hacia la libertad de establecimiento, Cataluña, Valencia y País Vasco hacia la restricción.
El Tribunal de Justicia considera ilegal establecer ratios que limiten el número de licencias en relación a los taxis, como la de Cataluña de una VTC por cada 30 taxis. Pero, como explica el abogado general de la Unión Europea, Jean Richard de la Tour, puede haber una segunda autorización.
Desde las empresas de Vehículo con Conductor, Ignacio Manzano, portavoz de Feneval, insiste en que no debe haber restricciones y reclama el dialogo. Los taxistas, como Tito Fernández de Elite Taxi, se agarran a lo de la segunda licencia que deben conceder las Comunidades Autónomas. Elite Taxi, por si acaso, ya han convocado paros en Barcelona para la semana que viene.
Tesla se plantea la posibilidad de levantar una factoría en la Ciudad del Turia. Negocia con la Generalitat valenciana. Sería la segunda fábrica de Tesla en Europa, tras la que tiene en Alemania. Valencia se convertiría en uno de los principales polos europeos de la industria del automóvil con esta fábrica de Tesla, la gigafactoría de baterías que ya ha comenzado a construir VW en Sagunto y las instalaciones de la veterana Ford en plena reconversión hacia los vehículos eléctricos.
La economía europea ha sufrido un frenazo en su actividad y ha entrado en recesión técnica, según la Oficina Estadística comunitaria. La guerra de Ucrania, la elevación de costes energéticos, pérdida de competitividad, inflación, subida de tipos y caída del consumo son demasiados elementos a tener en cuenta. Y la zona euro registró en el primer trimestre una caída de un 0.1%, el mismo guarismo que en el trimestre anterior. Así que ya van dos en negativo. Recesión técnica. Europa no es la única que tiene problemas. En EEUU comienza a asomar las orejas el lobo de una miniestaflación, según Goldman Sachs. No se anda con chiquitas. Su director de operaciones John Waldron afirma que “esta es la recesión más esperada que aún no ocurrido y que podría ocurrir”. Afirma que Goldman Sachs se está preparando para un escenario de “crecimiento tibio”. Y yo me pregunto ¿estaremos ante una futura profecía autocumplida? ¿De tanto llamar a la recesión, al final va a llegar?