En esta España nuestra uno de los problemas más destacados de la economía es la productividad. Y nos hace aguas. En lo que va de siglo la productividad de la economía española ha retrocedido un 7,3%. Es el peor comportamiento de los países desarrollados, según la Fundación BBVA y el IVIE.
No es cuestión de bajar a la mina. Desde 2013 ha habido una ligera mejora, pero aún así el ritmo de avance es la mitad que el de Francia y cuatro veces menos que en Alemania. Una baja productividad impide mejores salarios, mayores rentas, y explica, en parte, que hayamos pasado de un diferencial de dos puntos con la media europea en renta per càpita al 14% de diferencial en la actualidad.
Y la titular de Trabajo y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, sigue picando en el mismo filón, el de las remuneraciones de los grandes directivos españoles. Los directivos del Ibex cobran 174 veces más que sus trabajadores. Es lo que dice la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quien aboga por un incremento de la fiscalidad a los salarios altos, limitarlos con más impuestos.
Díaz aprovecha su estancia en la UGT para criticar las protestas de la CEOE y anuncia que se modificará la legislación para eliminar los despidos automáticos en caso de invalidad permanente sobrevenida.
