Y es que Cataluña todavía no ha recuperado la fortaleza que tenía antes del 1 de octubre de 2017. Entre ese año y mediados de este casi 5.500 compañías sacaron su sede corporativa de Cataluña.
En este tiempo solo han regresado 1.300 y no precisamente las más grandes. Gigantes como Caixabank, Sabadell, Naturgy, Abertis y otras marcharon sobre todo a Madrid, Comunidad Valenciana, Aragón y Andalucía.
La economía catalana lideró la recuperación entre 2014 y 2017 y crecía por encima de la media española. A partir del referéndum ilegal la economía catalana fue perdiendo impulso. En apenas unos meses pasó de crecer un 1% en la primera mitad del 2017 a solo cuatro décimas a finales.
Otro termómetro ha sido la inversión extranjera. Antes del 1-O , Cataluña atraía dinero foráneo con fuerza. El Instituto de Estadistica de Cataluña indicó que la inversión extranjera se desplomó casi un 90% tras el uno de octubre. Los flujos se frenaron mientras Madrid ganaba peso con fuerza. pero no solo Madrid, otras comunidades autónomas también avanzan más que Cataluña.
En los últimos doce meses Cantabria, Navarra o Castilla La Mancha son las autonomías que más crecen. Los analistas explican que influye también la crisis particular de la industria y la atonía del automóvil, sectores que más presencia en Cataluña, también las tensiones comerciales al ser una comunidad más exportadora, pero sin duda, el gran tsunami, el efecto más dañino para la economía de Cataluña es el Procés, incluso se nota en una menor generación de empleo. Y esto cuando la desaceleración se hace presente y como se dice vulgarmente, cuando la marea baje a más de uno se le van a ver las canillas.