Cada año, Onda Cero saluda la nueva temporada desde Andalucía, una tradición que se repite y que hoy se refleja en el imponente estudio de La Brújula. Desde el salón de plenos del Ayuntamiento de Sevilla, una magnífica construcción plateresca declarada Bien de Interés Cultural, nos acompañan retratos de los Borbones, incluido el rey Felipe VI, junto a Juan Carlos I. Con una ciudad vibrante debido a la Bienal de Flamenco y un día radiante, nos rodean amigos y oyentes que han venido a compartir este momento especial.
Este es el salón de plenos, donde, suponemos, los concejales debaten, dialogan y alcanzan acuerdos. La política municipal, por lo general, es mucho más pacífica que la nacional. Desde las paredes nos observan los retratos de los Borbones, incluido al fondo el rey Felipe VI, que preside la sala. En los laterales están sus antecesores, incluido Juan Carlos I, que se encuentra a su lado.
Lo más importante es que estamos acompañados por tantos amigos de La Brújula y de Onda Cero, que han querido sumarse, a pesar de que el día en Sevilla invita a estar al aire libre. Un día radiante, con la ciudad inmersa en la Bienal del Flamenco, lo que la hace aún más vibrante.
José Luis Ábalos se ha abstenido en la votación de hoy para reconocer a Edmundo González como presidente electo de Venezuela. Ha mostrado un gesto de solidaridad con el pueblo venezolano, aunque no lo suficientemente fuerte como para votar a favor de la proposición del Partido Popular. Sin embargo, ha sido suficiente para votar en sentido contrario al PSOE, partido del que fue secretario de organización. Primer aviso. Ábalos es ya prácticamente un proscrito y perseguido, votará según le plazca, y el PSOE votará a favor del suplicatorio cuando el Supremo lo solicite para imputarle.
Lo fundamental es que el PSOE ha perdido otro voto, y la mayoría que hizo a Sánchez presidente ya es historia. Esto ha provocado una sonora derrota parlamentaria, sin consecuencias prácticas inmediatas, pero con un notable impacto simbólico.
El Congreso de los Diputados ha reconocido a Edmundo González como presidente legítimo de Venezuela, en cumplimiento de la decisión de los venezolanos en las urnas. Sin embargo, la diplomacia española depende del Gobierno, que no adoptará la decisión del legislativo como propia. Prefiere esperar a que la Unión Europea tome la iniciativa, reservando su papel de vanguardia diplomática para otras causas, como el reconocimiento del Estado de Palestina. Lo de Venezuela no parece urgente.
Nicolás Maduro ha enviado un mensaje a Madrid y al PP, con su estilo populista habitual. Para él, Madrid es lo que Miami fue para Castro: "la gusanera de Venezuela".
En esa "gusanera", en el Madrid donde tantos venezolanos aspiran a una vida en libertad, el Congreso ha reconocido a Edmundo González como presidente, marcando la primera derrota parlamentaria del Gobierno en este nuevo curso político. El PNV ha superado sus escrúpulos y se ha unido a una mayoría formada por el PP, Vox, Coalición Canaria y Ábalos.
Ha sido un día agitado en el Congreso, con escenas embarazosas para el Gobierno. Como la de ver a María Jesús Montero, vicepresidenta del Gobierno, casi postrada ante Miriam Nogueras, la diputada más crítica con los andaluces en la Cámara. Con la tramitación de los Presupuestos a la vista, Junts ya ha informado al Gobierno de que no cuente con ellos. Y si no cuentan con ellos, las cuentas no salen.
Junts ha dejado claro que no apoyará los presupuestos, y la tensión en el Congreso sigue aumentando. Para empeorar las cosas, han llegado malas noticias para Carles Puigdemont. A pesar de los esfuerzos del Gobierno para satisfacerle, el juez Llarena ha informado que no le borrará los delitos de malversación, y el calendario del Tribunal Constitucional sugiere que Puigdemont no conseguirá la impunidad que busca antes de que termine esta legislatura.
El Tribunal Constitucional ha admitido a trámite el recurso del Supremo contra la Ley de Amnistía, argumentando que la misma vulnera la igualdad de los españoles. Aunque el bloque oficialista tiene mayoría, y está predispuesto a colaborar con el Gobierno, esto representa un nuevo obstáculo para Puigdemont. La situación se complica aún más con la reciente decisión del juez Llarena de no borrar los delitos de malversación de Puigdemont.
En conclusión, veremos con qué "transacción innoble" logran atraer ahora más apoyos. Si el PNV ha perdido sus escrúpulos, si Junts se siente ya saldado con la investidura, si hasta Ábalos ha decidido emanciparse, y si Podemos sigue atacando a sus propios ministros en cada sesión de control, ¿qué le queda a Pedro Sánchez? Pues la Moncloa. De ahí esa frase de arrogancia infinita, que en el fondo es una declaración de impotencia: "gobernaré con o sin el concurso del legislativo". Pero, ¿cómo se gobierna sin el legislativo? Félix Bolaños, ministro de la presidencia, lo ha explicado con gran claridad.
Pedro Sánchez ha negado que sufriera una derrota electoral ante Feijóo, alegando que él había conseguido una mayoría suficiente en el Congreso. Pero, ahora que ha perdido esa mayoría, ¿dónde reside su fuerza?
Bolaños ha ofrecido la respuesta: en la colonización de instituciones que deberían ser independientes o, al menos, parecerlo. No tiene el control del Parlamento, pero ha colocado a un ministro en el Banco de España, a otro en el Constitucional, tiene al Fiscal General del Estado, un militante del CIS, y a otra persona en la presidencia de RTVE. Eso es lo que él entiende por gobernar sin el legislativo.
En el ámbito internacional, destacan otras noticias, como la brutal contracción de las garantías democráticas en México, donde López Obrador ha impulsado una regresiva reforma que permite la elección de jueces por votación popular, lo que marca el fin de la separación de poderes.
En cuanto a Donald Trump, se ha vivido otro episodio grotesco, aunque lo más relevante es que el Partido Demócrata parece haber vuelto a la disputa política, con Kamala Harris enfrentándose a Trump, quien parece perder los estribos ante ella.