Cuatro horas, cuatro horas y se acabó la hartura. Hoy a las dos de la tarde terminó el plazo para votar por correo. En cuatro horas, a las doce, las caravanas electorales llegan a su destino. Mañana verán a los políticos con sus perretes, haciendo footing, Feijóo supongo que en el fisioterapeuta, Yolanda Díaz planchando y Pedro Sánchez lavando los platos mientras la familia disfruta de la sobremesa.
Es que hoy ha estado Pedro Sánchez en Julia en la Onda antes de irse a la fiesta socialista del fin de campaña, que visitaremos enseguida junto al resto de las caravanas electorales. Los líderes están exhaustos. Uno lesionado de la espalda y el otro con el cansancio visible en el rostro.
Lo cierto hasta el final la campaña de Pedro Sánchez está resultando muy desconcertante. Ahora les reproducimos algunos de los testimonios que ha dejado en la antena de Onda Cero, pero ya les adelanto que si ya resultaba arriesgado hacer girar la campaña en torno al valor de la palabra y la maldad de la mentira, tratar de que al final de lo que se discute sea de los pactos con Bildu tiene un punto suicida.
Es que uno de los momentos más comentados de la entrevista de hoy fue un giro sorprendente de los acontecimientos. No, no es así. El Partido Popular se ha apresurado a desmentirlo y explica que no sólo le ha regalado la alcaldía de Vitoria al PSOE sino que encima ha renunciado a presidir las comisiones que le corresponden aunque tradicionalmente las presiden los grupos de la oposición. O sea, que le regala la alcaldía el PSOE para evitar que sea Bildu quien gobierne el consistorio y le regala las comisiones al PSOE y al PNV para evitar que le acusen de un pacto secreto con Bildu que en ningún caso se ha producido.
Decía que, hombre, resulta arriesgado tratar de conducir la conversación en las últimas horas de la campaña a un pacto inexistente e inverosímil entre el PP y Bildu. Porque no es sólo que el PP ha regalado sus votos para que el PSOE le arrebate a Bildu la alcaldía de Vitoria, es que si se cumplen las expectativas más optimistas del PSOE, Pedro Sánchez necesitará el apoyo de Bildu para arrebatarle la presidencia del Gobierno al PP de Feijóo. O sea que fíjense qué marco desquiciado este de Bildu.
Si la caravana que más daño le ha hecho a Sánchez no es la del PP, es esta conjunta en la que avanzan Esquerra Republicana y Bildu
Si la caravana que más daño le ha hecho a Sánchez no es la del PP, es esta conjunta en la que avanzan Esquerra Republicana y Bildu, que son dos fuerzas que no sólo serían en todo caso imprescindibles para que Sánchez pudiera revalidar su gobierno. Es que además tendrían mucha más fuerzas para imponer sus condiciones a ese ejecutivo. Lo reconocía de forma elocuente Gabriel Rufián en una entrevista en TV3.
Pero aún con más elocuencia el citado Oriol, en un mitin conjunto con Arnaldo. Otegi y Junqueras a dúo han vuelto a exhibirse como socios necesarios para un gobierno progresista y han presumido de las demandas que le impondrían a Sánchez para ofrecer a cambio su apoyo.
La entrevista deja otros mensajes, no sé si igual de verosímiles, en cualquier caso más políticos y menos consuetudinarios. Uno de los grandes temas de esta recta final de campaña es el engaño de los peajes, porque al fin Pedro Sánchez ha reconocido lo que por otra parte estaba a la vista de cualquiera. Que sí, que la imposición de peajes en las autovías está explicitado en el plan de recuperación, transformación y resiliencia con el que su gobierno se comprometió ante Bruselas.
Ya, lo que ocurre, es que negó que existiera ese compromiso, quizás porque pretendía que nadie lo advirtiera hasta que pasara el 23J. Es más dijo que se trataba de un bulo de campaña.
Vamos con el cierre electoral de los partidos. Vamos al punto de destino de las caravanas. Con qué ambiente despiden la campaña para afrontar la tensa jornada electoral. Ya les digo que todos tienen sus tracking internos, incluso algunos externos. Que los miran y remiran compulsivamente como si fueran a cambiar de mucho mirarlos y que no son concluyentes. No lo son. Porque dicen lo que usted ya intuye.
Las encuestas que circulan subterráneas difieren tanto que es difícil pensar que algo ha cambiado, sobre todo porque siguen conservando los mismos sesgos dependiendo de quiénes las realizan. A ver hay tres partidos que cierran su campaña en Madrid. De los cuatro nacionales, tres.
Pedro Sánchez se ha ido a Getafe para un último acto antes de conocer si tiene que mudarse de la Moncloa o podrá permanecer allí cuatro años más. O si tiene que reanudar la caravana electoral para una repetición de las elecciones, que todo es posible.
Alberto Núñez Feijóo está cerca de casa. Está en La Coruña. No sabemos si ya con la espalda en plenas condiciones pero sí con la suficiente energía para pedir el voto y aún más el voto útil para el Partido Popular.
Sumar es otro de los partidos que cierra en Madrid. Vox está en un lugar con resonancias sentimentales para la formación. La Plaza de Colón de Madrid. Allí se encuentra Santiago Abascal llamando al voto. Diana Rodríguez con el pulcro sonido de José Luis Pérez Vicens. Buenas tardes, Diana
Y ahora nos vamos al cierre en dos comunidades que resultarán decisivas a la postre, porque sus partidos nacionalistas tienen la fuerza de condicionar gobiernos. Hablamos del País Vasco y de Cataluña. Empezamos por Euskadi, donde se está librando ni más ni menos que la hegemonía electoral entre el PNV y Bildu. Dense cuenta de que cuando todo esto pase, me refiero al 23J, el País Vasco será seguramente con Galicia la primera comunidad donde se celebren unas elecciones autonómicas. Y es verdad que la pujanza de Bildu, gracias también a la proyección nacional que le ha dado su alianza con Sánchez, pone en riesgo la hegemonía disfrutada durante tantos años por el PNV. Juan Carlos de Julián, buenas tardes
En Cataluña se enfrentan en una durísima batalla electoral dos fuerzas que serían necesarias para investir a Sánchez de conseguir una mayoría suficiente. Junts per Cat y Esquerra Repúblicana de Cataluña. Marcos Díaz, buenas tardes.
