Antes de ocuparnos del resto de la actualidad o de los restos de la actualidad, vamos a interesarnos por cómo se recupera tras la tormenta las provincias azotadas ayer, ahora que las alertas se han apagado y lo que queda son cuantiosos daños materiales y el susto, afortunadamente solo el susto, porque no se han producido daños personales de consideración. La verdad es que esta vez se ha combinado una diligente actuación de las autoridades y la disciplina ciudadana. Aunque también es verdad que no se han enfrentado a una bomba atmosférica como la de hace dos semanas.
Quizás debamos detenernos solo un momento en los datos de víctimas mortales de aquella tormenta y aquella riada letal. El Centro de Integración de Datos (CID) ha elaborado un informe que hiela la sangre. Confirma que entre los 216 fallecidos hay 9 menores de edad. 104, es decir, casi la mitad eran mayores de 70 años. 15 eran nonagenarios. 131 eran hombres, y 85, mujeres. Hay 26 víctimas extranjeras, de 11 nacionalidades diferentes.
En cuanto a los municipios más castigados, están Paiporta (45), Catarroja (25), Valencia (16), Alfafar (15), Massanassa (11), Benetússer (10) y Torrent y Picanya (10 en cada caso).
La alerta roja por la tormenta de ayer, mucho menos destructiva que la de entonces, se ha apagado en Valencia y en consecuencia mañana Carlos Mazón comparecerá para hacer autocrítica y presentar la remodelación de su Gobierno.
A esta hora hay algo información y mucha especulación. La información que aportan varias cabeceras dice que saldrán dos conselleras, Pradas y Montes, de Interior y de Turismo, y que Susana Camarero ganara más presencia y poder probablemente con una vicepresidencia de la reconstrucción.
No sé si eso será suficiente como para calificarlo de reconfortante o si ese adjetivo solo habrá contribuido a inflar unas expectativas que derivarán en decepción.
Porque desde que Feijóo lo pronunciara no han cesado las especulaciones sobre una dimisión de Carlos Mazón y ha ido cogiendo la idea, a mi juicio, bastante disparatada de una dimisión en diferido. En esto creo que tiene razón el presidente andaluz Juanma Moreno que le decía esta mañana a Carlos Alsina que no le veía demasiado sentido a la hipótesis.
La dimisión en diferido es un imposible metafísico por cuanto hay una regla natural de la política, que dice que si dices que te vas, ya te has ido. O sea, que es lo contrario que Juan Cruz en Twitter. Que dice que se va todos los días y ahí sigue el hombre… perenne. Es que ahora están todos los coquetos diciendo que se van de Twitter para que les pidan que se queden… pero luego siguen todos ahí… dando la turra hasta la próxima vez que anuncien que se van…
Hoy se ha consumado la operación política que ha demostrado menos empatía y sentido de la oportunidad con los afectados, porque se tramitó cuando había 52 muertos confirmados y sin respetar el duelo y el luto que la política se había impuesto.
Hablamos de la toma y reparto del Consejo de Administración de RTVE. Tiene un enorme significado político, porque la votación salió adelante hoy, en coincidencia con un nuevo ejercicio de impotencia legislativa por parte del Gobierno.
O sea, que el Gobierno concedió mayor poder a sus socios en la tele pública y estos ni siquiera le han correspondido con una reforma fiscal que ha tenido que ser aplazada.
Era -o es- una de las tres medidas que el Gobierno debía sacar adelante antes de que termine el año. Y no hay manera. Está sufriendo un calvario legislativo que indica, no sugiere, indica que no hay una legislatura en marcha.
En el Congreso hay una mayoría conservadora y eso hace muy difícil el entendimiento en materia fiscal. ¿Resultado? El PSOE ha desconvocado por segunda vez esta semana -la tercera en diez días- la citada instancia parlamentaria que tiene que debatir el proyecto para crear un nuevo impuesto mínimo global del 15% para las empresas multinacionales.
Pero es que el Gobierno vive siempre en un equilibrismo imposible. Porque cuando compensa un poco a la derecha, se descalabra por la izquierda y sale una Ione Belarra de Podemos a torturar un poco a Sumar en las posaderas del PSOE.