Menudo día de noticias, los españoles se acostaron anoche con el terremoto Milei convulsionando la política en Argentina y hoy se han levantado con el goteo de nombramientos ministeriales para el nuevo gobierno de Pedro Sánchez. Es el segundo mensaje nítido que el presidente del Gobierno envía a la nación en su nuevo mandato. El primero fue su discurso en el pleno de investidura, donde prometió alzar un muro contra la oposición.
El segundo este gobierno donde destaca un primer ministro que concentra en un superministerio todas las competencias relativas a los tres poderes del Estado, Félix Bolaños, será Ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, o sea que seguirá todo el itinerario de la ley de amnistía desde su tramitación hasta su aplicación. Esta será la legislatura donde la ya precaria independencia judicial vivirá su desafío. Por de pronto y es noticia de última hora: los letrados del Congreso dan luz verde a la tramitación de la Ley de Amnistía.
Falta un tercer mensaje para este comienzo de mandato. No van a esperar ni una semana, es probable que en tan sólo unos días, puede que el viernes, se celebre la primera reunión con el ministro sin cartera de este Gobierno: Carles Puigdemont. Con un mediador internacional, en Ginebra y toda la agenda independentista, incluida la autodeterminación sobre la mesa.
Este lenguaje es el cacareo habitual. Lo de alto perfil político no significa es sencillamente una forma de llenar el aire de fonemas. En realidad, las explicaciones que hoy ha ofrecido Pedro Sánchez en su comparecencia de este mediodía son formalidades que sobran porque los nombramientos hablan por sí mismos.
Porque el principal desafío de esta legislatura será a la independencia
En primer lugar, Sánchez siempre tuvo vocación presidencialista refuerza el carácter de primer ministro de Félix Bolaños dotándole de un superministro que se encargará de lo más delicado: la constante negociación con la precaria mayoría parlamentaria del gobierno y el control de la Justicia. Porque el principal desafío de esta legislatura será a la independencia. De manera que desde presidencia seguirá el itinerario de la ley de amnistía, que no sólo es la prioridad, es que sin ella todo lo demás sencillamente no es posible.
Más mensajes:
- Óscar Puente ha sido premiado con Transportes después de cumplir el servicio de matón parlamentario en la investidura de Feijóo.
- Todos los ministerios llamados de Estado conservan a su titular. Exteriores con Albares, Interior con el incombustible Marlaska, Defensa con Robles y Economía con Calviño, a la espera de que le nombren en el BEI para que Escrivá ocupe su lugar.
- María Jesús Montero es nueva vicepresidenta y Pilar Alegría es la nueva portavoz. Partido y Gobierno se funden así en esta legislatura.
- Sumar conserva su cuota de cinco, pero con distintas carteras. Mónica García irá a Sanidad, Pablo Bustinduy, de estirpe política, a Derechos Sociales, Sira Rego es la cuota de Izquierda Unida en un ministerio que se llama de Juventud e Infancia (qué clase de competencia es esa, todos los ministerios afectan a Juventud e Infancia: sanidad, interior, cultura), Cultura con Ernest Urtasun.
- Igualdad vuelve al PSOE y se ha elegido a un perfil opuesto al de Irene Montero. Ana Redondo, de Valladolid, nada mediática, sexagenaria, poco proclive a la batalla cultural.
- Pronto habrá elecciones en Galicia y en País Vasco. No hay ni un ministro de Galicia, ni uno del País Vasco. Lo que demuestra que no hay cuotas territoriales.
- Podemos no va a conceder ni 100 días de gracia a esta gobierno. De hecho ya está acusando a Yolanda Díaz de dejarse comprar a cambio de unos ministerios, de cobarde y de traición.
Hay más noticias del nuevo mandato de Sánchez. Su primer viaje de la legislatura será a Oriente Próximo. A Israel y a Territorios Palestinos según ha informado la Secretaría de Estado de Comunicación. Quizás allí pueda explicar algo respecto de su nuevo gobierno, porque, hay 705 europarlamentarios, sólo 21 votaron en contra de la condena del europarlamento a la masacre terrorista de Hamás. De esos 21, dos son hoy ministros del Reino de España: Sira Rego y Ernest Urtasun. Es una muy buena proporción.
El peronismo es un monstruo mitológico que parecía indestructible
La Casa Rosada tendrá un nuevo inquilino y será Javier Milei, el loco Milei, el turboliberal que prometió demoler el Banco Central, dolarizar la economía, pero que también se mostró partidario de que se vendan armas en los supermercados y o de que se legalice el mercado de órganos. Los argentinos no lo han votado por eso o lo han votado confiando en que eso sean boutades de plató y también de que los severos indicios de inestabilidad mental sean desmentidos en el poder. A ver, conviene aclarar que él defendió ambas cuestiones, las armas en los supermercados y el mercado de órganos, pero lo hizo en entrevistas, no lo llevaba en el programa. Y en cualquier caso los argentinos han querido pasárselo por alto.
En realidad lo han votado porque hay un 140% de inflación. La hiperinflación es el germen de los experimentos políticos más arriesgados porque la gente es capaz de agarrarse a la solución más drástica con tal de que algo cambie. Milei no ha ganado, Milei ha arrasado. Solo ha empatado en Buenos Aires, y aunque parezca paradójico esto da la medida de su victoria. Porque que el peronismo haya sucumbido también en la capital es algo asombroso. El peronismo es un monstruo mitológico que parecía indestructible, pero es que esta vez ha presentado al ministro de Economía de un país con una hiperinflación insoportable. Sergio Massa reconocía esta noche su derrota y pedía responsabilidad al nuevo presidente.
El primer indicio de que Milei no ha llegado al poder para moderarse o para transigir o para remolonear es que ya ha tenido problemas desde el primer minuto. Ha cancelado la reunión que tenía prevista con su predecesor Alberto Fernández porque ambos tienen divergencias. Por lo demás, Milei confirmó parte de su gabinete, ratificó que privatizará YPF y los medios públicos, y le puso plazo a la dolarización de la Argentina.