EN LA BRÚJULA

El monólogo de las ocho: "Este ínterin poselectoral se presta a las más disparatadas ocurrencias"

Rafa Latorre reflexiona en su monólogo sobre el Rey y la nueva ronda de conversaciones, el debate de investidura y el debate en Cataluña.

Rafa Latorre

Madrid | 29.09.2023 20:15

Dos votaciones en dos cámaras distintas, pero dramáticamente ligadas .La primera se daba en el Congreso de los Diputados, la segunda en el Parlament de Cataluña. La primera certificaba que Feijóo no ha sido investido presidente del Gobierno, con la segunda Junts y Esquerra dejan por escrito que si Pedro Sánchez quiere serlo tendrá que comprometerse con la amnistía y también con la autodeterminación.

La coincidencia de ambas votaciones, pero sobre todo la certeza de que Sánchez está explorando la mejor manera de satisfacer las exigencias del prófugo Carles Puigdemont es lo que ha llevado a Alberto Núñez Feijóo a resumir el dilema al que ahora se enfrenta la sociedad española. Amnistía o urnas.

Tenemos aquí la agenda del Rey para estos dos días y ni Esquerra, ni Junts ni Bildu se reunirán con el jefe de Estado. Pero, si sus votos valen como los de cualquiera ¿Cómo es que no están agendadas las reuniones con estos socios prioritarios de Pedro Sánchez?. Pues no es porque el Rey no les haya invitado. Es que estos grupos suelen escenificar con estos desplantes el respeto que le merecen las instituciones de esta monarquía parlamentaria en la que ellos hacen política y disfrutan de plenos derechos.

Una de las consecuencias de este desprecio tan suyo por las instituciones es al monarca no le consta su opinión. No sabrá cuál es la disposición de Junts a investir a Sánchez. No sabe si Esquerra seguirá prestándole su apoyo. De Bildu sí tiene noticia por los periódicos, porque es tal la fidelidad de Bildu con Sánchez que fueron los primeros en confirmar que le darían sus votos. Pero, lo fundamental es que tendrá que volver a tirar de costumbre y, después de comprobar que la fuerza más votada no tiene los apoyos necesarios, le encargará buscarlos a la segunda fuerza más votada, que es el PSOE.

Este ínterin poselectoral se presta a las más disparatadas ocurrencias

Por cierto, que este ínterin poselectoral se presta a las más disparatadas ocurrencias y por eso hoy Alberto Núñez Feijóo ha querido zanjar de forma anticipativa un debate que sin duda se va a suscitar. Porque gente de buena voluntad le pedirá ahora al PP que se abstenga para que Sánchez no dependa fatalmente de Puigdemont y de Esquerra para seguir siendo presidente.

En realidad este mensaje no solo está dirigido al PSOE. También a sus propias filas. Hay algún movimiento ya destinado a convencer al PP de que sería lo correcto para evitar la catástrofe. Pero, ¿acaso no se dan cuenta del absurdo? Yo entiendo la buena voluntad de quienes lo proponen. Pero ¿no se dan cuenta de que no hay forma de descabalgar a un presidente que incumpla sus compromisos? ¿Qué es premiar al más temerario, al que demuestra menos escrúpulos? ¿No se dan cuenta de que el PSOE luego tendrá que negociar con los independentistas cada ley, cada votación? ¿Van a tragar con todo para evitar que cada votación se convierta en una concesión?

Hoy le ha ofrecido a Pedro Sánchez la oportunidad de ser él quien anuncie lo que vendrá. No ha aceptado el reto. Siguió silente en su escaño. Como durante toda la sesión de investidura. Y quien ha vuelto a encargarse de replicarle es Óscar Puente.

La sesión ha tenido otra vez su momento cómico. Cómico o tragicómico. Cuando el bueno de Herminio Rufino Sancho fue a votar de viva voz hubo muchas risas. Pero, es que después se equivocó otro.

Igual Francina Armengol se cree el Rey Salomón

Luego se montó el lío porque la presidenta de la Cámara Francina Armengol ha decidido que el voto sea nulo. De todas las decisiones que ha podido tomar es la peor. Porque es imposible que sea nulo. Vale la corrección o no vale, pero por llamamiento el voto no puede ser nulo. Que igual Francina Armengol se cree el Rey Salomon y esto solo anticipa la clase de arbitrariedades que esperan en esta legislatura por parte de la presidencia de la cámara.

Así termina la investidura de Feijóo y así comienza el trámite de la investidura de Pedro Sánchez: con un desafío escrito y aprobado en la Cámara. Es una cosa turulata que han aprobado en el Parlament Junts y Esquerra. Una resolución que insta a los partidos en el Congreso a no investir a quien no se comprometa a avanzar hacia un referéndum, pero que refleja cuál es la exigencia, al menos nominal, de Junts y Esquerra.

¿La palabrería se la lleva el viento pero esta es una resolución parlamentaria votada por los diputados autonómicos de ambas formaciones? El PSOE y el PSC han salido a decir que así no, que por este camino no se avanza. El problema no es la amnistía. Ya hay un acuerdo para la amnistía, sólo que como España sigue siendo un Estado de Derecho, hay aspectos técnicos que el Gobierno no puede soslayar. Lo que es muy significativo de lo que bulle en el interior de los partidos independentistas es esta declaración que ha hecho Gabriel Rufián a La Sexta a la puertas del Congreso

Le quita todo el hierro. Claro, es que no conviene forzar tanto la máquina y entre los partidos independentistas también tienen sus dilemas estratégicos y sus inquietudes por una repetición electoral. Es que probablemente Puigdemont no se vea en una circunstancia así en su vida. Él no era nadie. Era un paria en Bruselas. Iba al europarlamento y nadie le hacía caso, era un exotismo y ahora es todo un protagonista. El hombre del momento. Pero, es que si inviste a Sánchez, será determinante en cada votación, en cada presupuesto volverá a ser alguien. Ese es el drama para España y la oportunidad para Puigdemont. Y es improbable que vaya a desaprovecharla.