EN LA BRÚJULA

El monólogo de las ocho: "El Gobierno se ha acostumbrado a ver una conspiración donde hay una realidad molesta"

Rafa Latorre reflexiona en su monólogo sobre las declaraciones de Feijóo acerca de la pensiones, la recta final de las campaña y las últimas encuestas.

Rafa Latorre

Madrid | 17.07.2023 20:21

Ya me disculparán que vuelva sobre este testimonio de Juanma Moreno, un clamor ciudadano resumido en diez minutos que son un milagro de la síntesis. Primero lo más importante y es que si atendemos a los datos que aporta la sección sindical de Comisiones Obreras, a esta hora en este día, a seis de que terminen las elecciones no todo el que ha hecho lo posible para poder votar en fecha tan extraña tiene la garantía de que podrá hacerlo. Y hablamos del derecho más sagrado, el derecho que cada ciudadano tiene al sufragio activo, a depositar su voto o en una urna o en una oficina de Correos.

Por el momento hay 300 mil solicitudes que todavía no han sido enviadas. Hay tiempo hasta el día 20 y Correos garantiza que lo recibirán allí donde han pedido que se lo envíen. Pero luego hay otro problema, que en la demora entre que se solicita el voto y se recibe la documentación necesaria, el votante se haya largado de vacaciones y no haya cambiado la dirección de destino de la documentación.

Esto lo cuenta hoy nuestro colaborador de la Brújula de la Economía, Fernando Cano en The Objective. La fuente es la misma, Comisiones Obreras, y dice: «El voto por correo se podía pedir desde el 6 de julio y es probable que muchos electores confiaran en que la entrega sería rápida y tendrían tiempo para recibir la papeleta y poder ejercer el sufragio». El resultado es que Correos almacena 350.000 papeletas devueltas por no encontrar al votante en casa. Y que si estos electores no acuden a las oficinas postales a buscar su documentación, no podrán ejercer su derecho a voto.

El Gobierno se ha acostumbrado a ver una conspiración allí donde solo hay una realidad molesta.

Pueden modificar su dirección telemáticamente, en la web de Correos si es que han partido de viaje sin recibir la documentación, pero hay quien no se molesta en hacerlo o hay quien lo ignora y esto no son oscuras conspiraciones de líderes sindicales amigos de Feijóo. Es una realidad. Lo que pasa es que el Gobierno se ha acostumbrado a ver una conspiración allí donde solo hay una realidad molesta. Fíjense que ahora, después de haber señalado a los periodistas, hasta ha puesto bajo sospecha, a los sociólogos, a los que acusa de buscar el mal para el PSOE. Empezaron por denunciar a las encuestadoras de El Español, ABC y El Mundo y ahora también señalan a los expertos que publican en El País, como Kiko Llaneras, al que le dedican afilados artículos compartidos por nada menos que el ministro de Cultura, Miquel Iceta. Es una conspiración a la que pertenecen todos excepto Tezanos que es el que más equivoca, pero es el que se equivoca en la dirección correcta. Ahora, que no sufran más, se acabó la conspiración de los sociólogos, porque a partir de ya, los ciudadanos volverán a ser tratado como lactantes, menores de edad, que no pueden ver la información de dos rombos de las encuestas.

Vamos a subirnos a la caravana electoral. Empezando por el PSOE, que celebra un mitin tan importante en Huesca que Pedro Sánchez ha dejado plantados a los líderes latinoamericanos y europeos presentes en la cumbre de la UE/Celac. Los ha recibido a todos en su calidad de presidente de turno del Consejo. Le ha plantado dos besos a Delcy Rodríguez. ¿Se acuerdan de Delcy? Y se ha ido a Huesca a ver levantar las perspectivas electorales de su partido. Y eso que es un cumbre importante, aunque solo sea porque hay una querencia en iberoamérica por la solidaridad putinesca que convendría revisar. Llámenlo falta de solidaridad con Ucrania, si quieren. Pero el partido tiene otras urgencias, que además ahora han rescatado la foto de Marcial Dorado y la han convertido en tema de campaña. Veremos si hoy hace una alusión a ella Pedro Sánchez.

Es muy de celebrar que hasta los más celosos vigilantes del decoro periodístico consideren al fin que está bien señalar las mentiras, omisiones, equivocaciones e incorrecciones de los políticos, ahora que quien lo ha hecho es una periodista como Silvia Intxaurrondo en TVE con Feijóo. ¿Qué ha pasado? Que Feijóo le insistía en que el PP había actualizado siempre las pensiones al compás del IPC y ella le ha dicho que no es cierto

Sí era correcto. Conforme al IPC no. Las revalorizaron y no las congelaron, pero no conforme al IPC y como la periodista tenía razón, Feijóo ha rectificado con prontitud y en Twitter ha dejado constancia. Claro que este pasaje tan elocuente deja otra enseñanza más sutil. En todo el panorama político ya no hay quien se atreva a decir queno tiene ningún de la justicia ni del país el haber subido un 8% las pensiones máximas. Que haya pensiones que superen los tres mil euros mensuales cuando resulta que el salario más común en España es de dieciocho mil quinientos euros al año. Es lo que cobran más de medio millón de españoles. Que esto es una forma agresiva de electoralismo se atrevió a denunciarlo Ciudadanos pero ya no se presenta a las elecciones y por tanto ya no hay un partido que se plante ante los españoles y les diga que igual hay otras sectores de la población que requieran de la lealtad perruna que los políticos le profesan a los pensionistas.

Y Abascal se ha ido a Toledo. Está Vox muy volcado en Castilla-La Mancha y quizás la razón sea que hay un buen puñado de provincias donde esta al filo. Provincias que reparten cinco o menos diputados como Ciudad Real, Guadalajara, Cuenca o Albacete donde tanto Vox como Sumar han de hacer un sobreesfuerzo para poder hacerse un hueco entre los dos partidos del bipartidismo. Por cierto que, por si había alguna duda de lo que iba a ocurrir en Murcia, ya se puede confirmar que hasta que se conozcan los resultados del 23J, el bloqueo se mantiene y ahí no se mueve nadie.

¿Y qué hace hoy Sumar? Bueno, hoy la jornada tiene cierto morbo en Sumar porque coinciden en Pamplona Yolanda Díaz e Ione Belarra. No es la primera vez que esto ocurre, pero fíjense que siempre que ha ocurrido Belarra no desaprovecha la ocasión para reivindicar la tarea del Ministerio de Igualdad en esta legislatura incluso su ley más nefasta como la del sí es sí, en cambio Yolanda Díaz juega al tabú con Irene y Montero como palabras prohibidas.