EN LA BRÚJULA

El monólogo de las ocho: "El Gobierno insiste en meter a Bildu en campaña"

Rafa Latorre reflexiona en su monólogo sobre los acuerdos municipales, las declaraciones del delegado del Gobierno en Madrid sobre Bildu, la entrevista de Carlos Mazón en Más de Uno y la denuncia del Gobierno contra las encuestadoras.

Rafa Latorre

Madrid | 15.06.2023 20:14

Continúan anunciándose acuerdos municipales por toda España. Una coalición de PP y Vox le arrebatará Toledo al PSOE, que fue allí la fuerza más votada. Allí fue alcalde Emiliano García Page, durante el largo reinado castellanomanchego de José Bono. También Burgos, misma fórmula. La incógnita que aún se mantiene es la de Barcelona donde el socialista Collboni negocia in extremis para que no sea una sociedad de Junts y Esquerra quien la conquiste. En esto va a ser determinante el PP con sus cuatro concejales y ahora que se ha despedido Ada Colau, parecen más inclinados a sumar sus votos para evitar que Xavier Trias se alce con el bastón de mando.

Hay más noticias poselectorales y preelectorales, que este es el momento crítico en el que nos encontramos. Ya se conocen los pormenores del acuerdo del PP y Vox en la Comunidad Valenciana y es un acuerdo tan generoso con los de Abascal que cuesta creer, por lo que tendrá de referencia, que fuera el primero en anunciar. Y luego la insistencia del Gobierno en meter a Bildu en campaña que es algo emparentado con la vocación suicida.

Vox sale tan fortalecido que inevitablemente se eleva la puja en todas las negociaciones

Sorprende que el primer acuerdo regional del PP y Vox tras el 28M en anunciarse sea este de la Comunidad Valenciana porque Vox sale tan fortalecido que inevitablemente se eleva la puja en todas las negociaciones. No es ya porque tenga un peso aún mayor que su representación. Tres consejerías, una vicepresidencia y la presidencia de las Cortes, para 13 diputados. Claro, una vez asumido que los dos partidos de la centralidad sólo van a pactar coaliciones con sus extremos. Eso ya está asumido y no tiene mucho sentido seguir dándole vueltas. Ahora hay que ver lo que ceden en los gobiernos que los lideran.

Hoy la comidilla es que se le de la vicepresidencia a Vicente Barrera, porque es el más reconocible, pero como si un torero no pudiera estar en un gobierno. Que además es licenciado en derecho. Las áreas que va a gestionar Vox son Cultura, Agricultura y una tan delicada como Justicia e Interior. Y, claro, esto es lo que ahora va a reivindicar, en función de su representatividad, en todas las negociaciones que mantenga con el PP en todas las comunidades donde el PP los necesite. Incluida Murcia, que sigue bloqueada.

Hoy ha estado Carlos Mazón con Carlos Alsina en Más de Uno. El próximo presidente de la Generalitat Valenciana ha ido presentando las líneas básicas de su programa de gobierno. Ha incidido por ejemplo mucho en recuperar terreno perdido frente a la inmersión lingüística y al nacionalismo cultural.

Luego Alsina le preguntó por qué asuntos o qué puntos que el PP no asume como propios va a aceptarle a Vox, que esto lo relevante. Y ahí Mazón se perdió en circunloquios, pero si vamos a la letra del acuerdo sí se reconocen algunos puntos. Se ve por ejemplo el pin parental, que el PP no ha querido aplicar en las comunidades donde gobierna. O la sustitución de la violencia de género por la violencia intrafamiliar, esto de «se protegerá el producto nacional» que parece que señala un protección económico que no casa demasiado con el liberalismo del PP.

El Gobierno insiste en meter a Bildu en campaña

Por alguna razón, emparentada con la vocación suicida, el Gobierno insiste en meter a Bildu en campaña. Que visto el éxito cosechado no parece la baza más ganadora de Sánchez. Hoy ha sido su delegado en Madrid, Francisco Martín, que luego ha pedido perdón por no haberse expresado correctamente cuando en un desayuno informativo hacía un elogio desmedido de Bildu. Bueno, en el caso de Bildu todo elogio es desmedido, pero ya verán que el problema no es precisamente de expresión, que el delegado tiene una prosodia y una dicción más que correctas. No, el problema es que hayan llegado a interiorizar así este discurso, hayan llegado a creérselo y es más lo pronuncien orgullosos.

Y allí con él, acompañándole Marlaska y Bolaños. Y unas caruchas cuando iba hablando. Decía: «déjenme que les explique» y ellos parecían pensar «no no expliques nada» Francisco Martín ha pedido disculpas y a él le han pedido la dimisión, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y numerosas voces del Partido Popular. El problema es que esta justificación tan explícita viaja implícita en el argumentario habitual sobre los pactos. El sanchismo ha supuesto la ruptura de toda una serie de convenciones democráticas que, entre otras cosas, ha condenado a los llamados partidos de la centralidad a pactar únicamente con sus extremos, esto es así.

Ahora si bien se pueden analizar las coaliciones con Podemos y Vox y explicar las consecuencias que estas pueden traer hay un partido desde luego que es único y que no tiene parangón con ningún otro con representación, que es Sortu, que domina Bildu, precisamente porque es legatario político de una banda terrorista con cerca de mil asesinatos en su historial. Pretender que lejos de ser un apestado político, se convierta por sus pactos con el Gobierno de Sánchez en una especie de benefactores de la humanidad es algo peor que un error de expresión.

Luego esta declaraciones suicidas se combinan con una decisión asombrosa del PSOE. Es que se han querelladora contra las encuestadoras. Sociométrica, GAD3, Sigma Dos y también contra los periódicos que publican sus encuestas: ABC, El Español, El Mundo. Se queja el PSOE a la Junta Electoral porque dice que las encuestadoras omiten una serie de datos relativos a la elaboración de los mencionados sondeos y que son de obligada publicación en virtud del artículo 69 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG). Es de no creer. Todas ellas se aproximan más que el CIS al resultado de las elecciones pero se han querellado contra ellas, para ganar las encuestas en los despachos…. cuando el director del CIS es militante socialista y es el gran exponente de la sociología militante. Ante todo es un movimiento que demuestra una desesperación poco favorecedora electoralmente.