EN LA BRÚJULA

El monólogo de las ocho: "Hay quien se empeña en que todos las campañas electorales vengan animadas por un revival histórico"

Rafa Latorre reflexiona en La Brújula sobre Doñana, la exhumación de Primo de Rivera y la nueva Ley de la Vivienda

Rafa Latorre

Madrid | 24.04.2023 20:17

La Comisión Europea tiene para todos. Para Andalucía y para Madrid. Para Juanma Moreno y para Pedro Sánchez. Hoy al fin la Junta ha satisfecho una demanda que mantenía desde que estalló la crisis de Doñana con la presentación de un proyecto de ley que regularizaba nuevos regadíos en el Condado de Huelva. El consejero de sostenibilidad de Andalucía se ha reunido con Virginius Sinkevicius, de quien hablamos con una enorme familiaridad, pero hasta antes de ayer nadie sabía que ese nombre de escolta del Zalgiris Kauna era el del comisario de Medio Ambiente de la Unión Europea.

No le ha convencido, el consejero al comisario. Más que nada porque el comisario no ha cambiado ni una coma de su discurso. Sigue empleando el condicional, pero el condicional apenas suaviza lo que dice: que la Comisión Europea está preocupada porque la legislación andaluza planteada, si se aprueba como se ha propuesto, podría degradar el humedal protegido de Doñana. Esto está extraído textualmente del comunicado de la Comisión. Aquí la clave está en la acotación: si se aprueba como se ha propuesto. ¿Podrían entonces introducirse algunas enmiendas que sofocaran los matices de la Comisión? Quién sabe, eso forma parte de la letra pequeña de la negociación y lo que se ventila en el comunicado son los grandes trazos. Todo está expresado en un lenguaje poco terminante. Podría si se aprobara en estos término, pero es lo suficientemente rotundo como para dificultar la tramitación del texto. Entre otras cosas porque señala que, por más que lo que se autorice sea la utilización de aguas superficiales, esto se sumaría a la presión excesiva sobre los cuerpos de agua subterránea ya sobreexplotadas. En cualquier caso no será el único obstáculo porque el Gobierno ya prepara un recurso en el Constitucional para que el cancerbero Conde Pumpido y su mayoría en favor del ejecutivo zanje la cuestión. Anunciaba el recurso la vicepresidenta Teresa Ribera.

Ahora que el Gobierno de Sánchez, el Gobierno central, Madrit, que diría un independentista, tampoco tiene demasiado que celebrar, porque el comunicado de la Comisión también le saca los colores y concede parte de la razón a Andalucía. Miren este párrafo tan poco complaciente con la actuación del Gobierno central, que le afea los incumplimientos en Doñana «Incluso sin el probable impacto negativo de la normativa propuesta».

En apenas unas horas, cuatro horas, no más, se habrán presentado las listas electorales para las municipales del 28 de mayo. Ya que estamos con la memoria democrática. Qué determinante han sido para la nación española en su conjunto las elecciones municipales. Si tendrán una lectura nacional, que provocaron el exilio de un rey que no fue capaz de soportar la presión cuando veía el crecimiento de las candidaturas republicanas. Hoy España es muy distinta, pero unas municipales anticiparon el cambio de ciclo del felipismo. España es distinta pero hay quien se empeña en que todos las campañas electorales vengan animadas por un revival histórico, como si los comicios fueran Puy du Foy. (Esto de Puy du Foy…)

Hoy se ha producido la tradicional apertura de tumbas con las que desde hace unos años comienzan las campañas electorales en España. Ha ocurrido exactamente lo esperado, gran difusión de la hazaña posmortem y a la convocatoria ha asistido el puñado de falangistas que debe de quedar en España. El espectáculo es tan burdo que se han quejado hasta las asociaciones de la memoria, a las que les sorprende la diligencia con la que se trasiegan los huesos de los cadáveres exquisitos, como el de Primo de Rivera ahora o Franco antes, y la demora en sacar del Valle de los Caídos los restos de los republicanos cuyas familias lo demanden. Pero este el clásico festín pretendidamente electoral, aunque uno se pregunta muy humildemente si esto puede mover un solo voto. Por de pronto habrá servido para que tantas víctimas de la crisis de las humanidades aprendan a distinguir a Miguel de José Antonio. Así que la campaña electoral ha comenzado con la tradicional apertura de tumbas.

Ya de regreso al siglo XXI, los problemas de España no pueden trasladarse con la facilidad de los huesos de un faccioso. Son problemas algo más complejos. Esta semana se vota la nueva ley de vivienda, un texto abanderado por Bildu y Esquerra, a los que el PSOE ha permitido usurpa así una de las banderas de Podemos. Hoy nos hemos despertado con la noticia de que el texto ofrecerá aún más garantías a los inquilinos que no paguen. Ya se les había ofrecido una prórroga de dos años y ahora se les ofrece un nuevo procedimiento de mediación y arbitraje que beneficiará a los okupas e inquiokupas, a los que entran en una casa y a los que se quedan en ella sin pagar el alquiler. Hay viviendas vacías en este país, muchas, lo razonable sería ofrecer seguridad a sus dueños para que las saquen al mercado del alquiler, pero parece que la política será justo la contraria, alargar los trámites de desahucio y cargar la prueba sobre el casero, de manera que algunos se lo pensarán. Hoy ha sido muy crítico con esto el portavoz del PP Borja Sémper.