Se puede hablar de Gobierno cuando el presidente ni siquiera cuenta con el apoyo de todo su Consejo de Ministros para lo fundamental. Se puede hablar de legislatura cuando cada pleno es una tortura, cuando se cosechan más derrotas parlamentarias que victorias y cuando el único programa de gobierno es la ocupación física del poder.
Hoy Sánchez ha vivido su día más negro en el Parlamento desde que comenzó la legislatura. Ha recibido un castigo múltiple que certifica la defunción de su mandato. Porque una convención democrática básica dice que si un gobierno ha perdido la mayoría que lo invistió, no puede sacar adelante su proyecto y en consecuencia debe proceder al desbloqueo institucional y convocar a los ciudadanos a las urnas. Para que un nuevo gobierno, apoyado en un nuevo parlamento, afronte los desafíos del presente con una mayoría estable.
Mientras el presidente del Gobierno negociaba en Bruselas las condiciones del aumento del gasto militar, sus socios han votado en su contra. Hasta su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y su grupo Sumar se desmarca del PSOE y vota en contra del rearme europeo y por la salida de la OTAN.
Pero es que además hoy también le ha abandonado Junts, que ha votado junto a PP y Vox para tumbar el proyecto de Ley para crear la Agencia Estatal de Salud Pública (AESAP) que defendía la ministra de Sanidad, Mónica García. Y para la que Fernando Simón ya había preparado hasta el currículo.
Sánchez no ganó las elecciones. Pero reunió una mayoría que lo invistiera. A un precio insoportable, pero así compró la fuente de su legitimidad… esa fuente está seca.
Bienvenidos a la Brújula si se incorporan a esta hora a la sintonía de Onda Cero.
La vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, y su Sumar se han desmarcado del PSOE, han votado en contra del incremento del gasto militar y han reclamado la salida de España de la OTAN. Este es el principal desafío de futuro de las naciones europeas, un proyecto que el Gobierno de España defiende en Bruselas y un compromiso adquirido con los socios europeos de la alianza atlántica.
Para ello Pedro Sánchez no cuenta con el apoyo de ninguno de sus socios habituales de izquierda… ni ERC ni BNG ni Bildu ni Podemos… ni siquiera quien se sienta con él en el Consejo de Ministros.
Hoy Alberto Núñez Feijóo ha descrito a Pedro Sánchez como el presidente más débil de todo el Consejo Europeo.
Pedro Sánchez pretende convencer a sus socios con eufemismos, como si fueran niños pequeños
En ese Consejo Europeo Pedro Sánchez ha mostrado sus primeras reticencias al plan de Úrsula Von der Leyen, aunque por el momento sólo son terminológicas. Porque Pedro Sánchez pretende convencer a sus socios con eufemismos, como si fueran niños pequeños.
Si es que encima… no hay mayor fuga de credibilidad que un eufemismo mal puesto. Es la fisura por la que se cuela la sospecha. Cuando al rearme lo llaman "adquisición estratégica defensiva de material y efectivos para la seguridad", yo qué sé, o cualquier orwelliana invención, la gente se pregunta, qué es lo que tienen qué ocultar…
Si el argumento son las cámaras de tortura de Bucha. Tan poco eufemísticos. La Unión Europea ha vivido una fantasía de invernadero que explica muy bien Margallo. Lo vendíamos todo a un mercado que creíamos inagotable como era China, le comprábamos la energía barata a Rusia y teníamos la seguridad delegada en Estados Unidos. ¿Y ahora qué? Pues todo eso se ha desmoronado y por primera vez en 80 años tenemos a la Casa Blanca alineada con el Kremlin.
De manera que, sí, la Unión Europea debe invertir en su defensa y eso se llama gasto militar o rearme y pretender esconderlo bajo un eufemismo solo conseguirá que los adultos se ofendan. Porque además así no va a convencer ni a Sumar ni a BNG ni a Bildu ni a Podemos ni a Esquerra… Jamás van a votar a favor de un incremento en el gasto de defensa por una razón ideológica. No les va a convencer para ello. Para esto cuenta con el PP. Pero eso significa certificar que Pedro Sánchez ha perdido la fuente de su legitimidad.
Él no ganó las elecciones, pero suplió la mayoría social con una mayoría parlamentaria y esa es la fuente de su inatacable legitimidad. Evaporada esa mayoría e incapaz de aprobar las leyes fundamentales, el PP no puede ofrecerse como mayoría auxiliar, porque lo que procede es convocar a los españoles a las urnas para que restablezcan un gobierno y una legislatura.
Porque además… si esta hubiera sido la única derrota parlamentaria del gobierno hoy…
hoy también le ha abandonado Junts, que ha votado junto a PP y Vox para tumbar el proyecto de Ley para crear la Agencia Estatal de Salud Pública (AESAP) que defendía la ministra de Sanidad, Mónica García. Y para la que Fernando Simón ya había preparado hasta el currículo.
