EN LA BRÚJULA

El monólogo de las ocho: "La ley de amnistía se va reescribiendo en función de la situación de los procesados"

Rafa Latorre reflexiona en su monólogo sobre García Castellón y la amnistía y el PSOE contra Page.

Rafa Latorre

Madrid | 25.01.2024 20:18

Al Gobierno ya le va quedando una única alternativa: escribir una lista con los nombres de las personas a las que hay que borrar el historial delictivo. Y listo. Que digan. Hayan hecho lo que hayan hecho, que se le perdono todo y se le borre de su historial a Carles Puigdemont, Marta Rovira, estos 12 CDR y este, este y este.

Porque de eso se trata la ley de amnistía y ni siquiera se molesta en disimularla, porque la ley se va reescribiendo en función de la situación particular de estas personas procesadas. De manera que será una amnistía ajustada a la circunstancia particular de un puñado de individuos. Y eso no hay democracia que lo resiste.

¿Qué ha ocurrido ahora? Un nuevo auto del juez García Castellón. Que se ha convertido en el leviatán de este gobierno.

El nuevo auto inutiliza las enmiendas que PSOE y Junts y Esquerra pactaron para eludir los otros autos. ¿Por qué? Recuerden que Félix Bolaños acuñó aquel concepto desquiciado del terrorismo respetuoso de los derechos humanos. Es un dislate conceptual, una estupidez pero pretendía defender que por más que a Puigdemont le imputaran delitos de terrorismo, estos podían no ser contrarios al Convenio de Derechos Humanos de la Unión Europea.

Lo que ahora ha hecho el juez García Castellón es permitir la personación en la causa de dos antidisturbios heridos en 2019 en los gravísimos disturbios violentos de la plaza Urquinaona tras conocerse la sentencia del procés. A ambos los considera víctimas de una acción “incompatible” con el artículo 2 del Convenio.

El Gobierno está legislando en función de las decisiones del juez porque el único fin de la ley es garantizar la impunidad de Carles Puigdemont

De manera que así quedaría inutilizada la enmienda redactada para salvar a Puigdemont, a Rovira y a los CDR. Pero más allá de las sutilezas jurídicas, lo que la instrucción de García Castellón está revelando es algo que ya sabíamos, pero que convenía mostrar en toda su crudeza: El Gobierno está legislando en función de las decisiones del juez porque el único fin de la ley es garantizar la impunidad de Carles Puigdemont y de dos decenas más de delincuentes. Y ese es un fin espurio o como llevamos días diciendo, pura corrupción política, porque una ley no puede tener como objeto favorecer a una persona particular, menos aún si es a cambio del apoyo parlamentario del partido.

Sería mucho más fácil, por tanto, que publicasen la lista de los amnistiados y no los delitos que se amnistían. Porque en eso consiste. Justo en eso. Lo importante es el sujeto y no el objeto. Eso es lo que está haciendo el Gobierno.

Toda la legislatura depende de que pueda garantizarle la impunidad al prófugo y a un buen puñado de delincuentes

Es normal el nerviosismo del Gobierno. Porque toda la legislatura depende de que pueda garantizarle la impunidad al prófugo y a un buen puñado de delincuentes. Y hay un juez que parece empeñado en que eso no ocurre. Pero lo sustancial del asunto es que en España se está legislando a medida de unos delincuentes para comprar con impunidad su apoyo parlamentario, esto hay que repetirlo una y mil veces. Es una ley donde lo que importa es el sujeto y no el objeto. Y eso no hay democracia que lo resista.

El nerviosismo lo ha convertido Ferraz en ira contra Emiliano García Page. La razón de la pelea responde a la más elemental mecánica política. El PSOE ha sacrificado casi todo su poder territorial para que Pedro Sánchez siga siendo presidente. Cualquiera que conozca el estado de la moral de los socialistas en toda España excepto en cataluña o en Moncloa Distrito Central lo sabe. Cada pacto, cada cesión, cada contradicción, cada chantaje de los independentistas ha ido en contra de sus barones y sus munícipe en toda España. Y esa es la razón por la que quienes les sobra es precisamente el único capaz de tener una mayoría absoluta.

Page es un caso de éxito porque gana con mayoría absoluta

Esta vez ha sido la número dos del PSOE, María Jesús Montero, la que lo ha criticado en un testimonio realmente fascinante. Hombre, si de lo que se trata es de frenar a la derecha, Page es un caso de éxito porque gana con mayoría absoluta. En cambio Pedro Sánchez depende de la extrema derecha de Junts hasta tal punto de postración que le entrega las competencias de inmigración.