La prevaricación es un delito gravísimo. Consiste en que una autoridad, juez u otro servidor público dicta una resolución arbitraria en un asunto administrativo o judicial a sabiendas de que dicha resolución es injusta y contraria a la ley. Irene Montero está acusando a los jueces de prevaricar
El Gobierno tiene un problema con la ley y quiere convertir a los jueces en el problema. No cesan los casos de revisión de condena. Hoy tenemos otro en Sevilla, un hombre condenado a trece años por violar a su ex mujer que le han bajado la pena de 13 a 11 años. Dos casos más en Baleares: excarcelación de dos presos que cumplían una pena de tres años por dos agresiones sexuales. Hay tres casos en Madrid. Uno en Galicia.
Algunos de ellos con el acuerdo de la Fiscalía. No hay una conspiración patriarcal de jueces, fiscales y abogados defensores para desacreditar a Irene Montero y su ley del sí es sí. Lo que hay es un texto legislativo deficiente que obliga a los jueces a revisar a la baja algunas penas a violadores condenados en firme.
Lo que hay es un texto legislativo deficiente que obliga a los jueces a revisar a la baja algunas penas a violadores condenados en firme
Se les avisó y decidieron aprobar igual la ley. Se les avisó. Este miércoles hay un comunicado muy oportuno del Consejo General del Poder Judicial, que repudia los ataques contra los jueces y que recuerda en un párrafo crucial el Gobierno ahora no puede alegar ignorancia: «El informe, que fue remitido al prelegislador, constataba que el cuadro penológico contemplado en el anteproyecto para los delitos de agresiones sexuales tipificados en los capítulos I y II del título VIII del Código Penal suponía una reducción del límite máximo de algunas penas y concluía que ‘la reducción de los límites máximos de las penas comportará la revisión de aquellas condenas en las que se hayan impuesto las penas máximas conforme a la legislación vigente’»
El Poder Judicial les avisó, lo ignoraron y ahora quieren convertir a los jueces en el problema
Irene Montero ha acusado directamente de prevaricación a los jueces por aplicar la ley, su ley, y en virtud de lo que su ley establece, rebajar las penas de delincuentes sexuales condenados en firme. La prevaricación hubiera sido lo contrario, no atender a las peticiones de los abogados defensores.
Porque la ley es un desastre que ha permitido este alud de rebaja de penas a violadores y delincuentes sexuales y además esto ya no tiene solución porque la retroactividad opera siempre en beneficio del reo. O sea que no se puede cambiar la ley para meterlos de nuevo en la cárcel.
Y ustedes dirán. Hombre, qué obviedad. Nos trata usted como tontos. Esto es de bachillerato. No crean ustedes que esto lo tienen todos tan claro como ustedes. Patxi López no lo sabe, por ejemplo. Patxi López es un legislador y no lo sabe. Patxi López dirige el grupo parlamentario más numeroso y no lo sabe.
Cree que se puede meter en la cárcel a alguien modificando el Código Penal. Es un testimonio de época. La sensación de manoseo del Código Penal, de pura arbitrariedad, de codificación ad hominem que este gobierno ofrece nos sume en la más absoluta inseguridad jurídica.
No sólo van a hacer una reforma a medida de los delincuentes del delito de sedición, es que además llevan día afinando para que cuando hagan lo mismo con la malversación no se les cuelen corruptos de otros partidos. A ver si conseguimos que beneficie a los de los ERE, pero no vaya a ser que se nos cuele uno de la Púnica, o un de Gúrtel. El otro día lo decía Baldoví: "Cuidado que esto puede beneficiar a los corruptos del PP". Pues nada. Ahora además Patxi López propone retocar la ley para meter a los violadores que hayan salido en virtud de la ley.
No hay solución. La restroactividad se aplica siempre en favor del reo. Así que ahora lo que debe hacer el gobierno es cambiar la ley para evitar que en el futuro, cuando alguien delinca y abuse o agreda sexualmente a alguien no se le aplica la chapuza legislativa que ha preparado Montero y que todos ellos han aprobado.
Pero en esto Podemos no da su brazo a torcer. Ya han escuchado decir a Irene Montero que la culpa es de los jueces por ser tan machistas. Hay insultos más creativos. Dice Ione Belarra, también ministra del Gobierno del Reino de España: "Una parte de los jueces de este país se ha erigido como oposición al Gobierno de coalición y especialmente al Ministerio de Igualdad, que está llevando los avances más lejos que nunca. Están aplicando mal la ley sólo sí es sí y siguiendo el ejemplo del CGPJ".
Hay un portavoz de Podemos, que se llama Sánchez Serna, un señor que de repente ha aparecido en nuestras vidas, nadie sabe muy bien cómo, pero que es una voz autorizada. Ha sido más creativo que sus conmilitones, ha dicho que es que en España dictan sentencias fachas con toga: "Claro que hay fachas con toga que quieren reventar cualquier legislación feminista. Son los mismos que veían jolgorio en la violación de La Manada y que condenan con cursillos a empresarios acusados de violar jornaleras. Por eso mismo no podemos aflojar".
¿Y qué dice Pedro Sánchez? Pues Pedro Sánchez ha hablado desde Bali para elevarse sobre la coyuntura. Ha elogiado la ley del sí es sí y ha dicho que esto lo tiene que solucionar el Supremo. Dice que espera que el Supremo tiene que unificar la doctrina. Esto también sabíamos que iba a ocurrir, que toda la presión se situase sobre los jueces para poder acusarlos de machistas, reaccionarios y en definitiva culpables. No sé si Sánchez está sugiriendo que quizás los jueces del Supremo deberían prevaricar para solucionar su desaguisado