EN LA BRÚJULA

El monólogo de las ocho: "Llamarle a esto el caso Koldo es, sin duda, desmerecerlo"

Rafa Latorre reflexiona en su monólogo sobre la entrevista de Ábalos en 'Más de uno' y la sesión de control al Gobierno.

ondacero.es

Madrid | 28.02.2024 20:21

José Luis Ábalos no ha estrenado en esta sesión de control su escaño en el Grupo Mixto, pero ha tenido un día ajetreado, porque ha ido surfeando por diversos medios, también aquí en Onda Cero con Alsina, la ola de mugre que ha levantado la querella de la Fiscalía Anticorrupción y que no se limita a las mordidas por unas adjudicaciones de mascarillas durante la pandemia. Es que llamarle a esto el caso Koldo, es sin duda desmerecerlo. Porque implica a gente con más autoridad y preeminencia, como la presidenta del Congreso Francina Armengol y afecta a otras operaciones mucho más delicadas como el rescate de Air Europa con dinero público.

Si hubiera que resumirle la conversación que hoy Ábalos ha mantenido con Carlos Alsina en 'Más de uno' les diría que ha mostrado un interés explícito y evidente por atar su destino al de Santos Cerdán, actual secretario de Organización socialista. Fue Santos quien le presentó en su día a Koldo y casi lo ha invitado a irse con él al Grupo Mixto.

Ábalos va acentuando su prosodia capuchina. Es que el hombre parece un filósofo estoico. Hoy ha relatado algunos episodios desagradables de su nueva vida como el villano oficial y ha hablado de este concepto del riesgo reputacional por el cual a él le ha negado el banco un préstamo.

El problema para Ábalos es que fue el portavoz que justificó el derribo del Gobierno de Rajoy por la corrupción del PP. Es decir, que utilizó todos los atajos que ahora denuncia y renunció a todas las prevenciones que ahora reclama para sí. Así que jugó con todas las reputaciones antes de ver la suya comprometida.

Ni va a tirar de la manta, porque no la hay, ni va a plantearle un problema parlamentario al PSOE

Ahora dice que ni va a tirar de la manta, porque no la hay, ni va a plantearle un problema parlamentario al PSOE. O sea, que votará la amnistía y que se someterá a la disciplina de su partido aunque lo haya expulsado de él. Una expulsión que Ábalos considera irregular, porque no respetaría las debidas garantías de un militante como él.

No ha querido ir al Congreso de los Diputados, donde le esperaría una escena demasiado desagradable, incluso para alguien con el cuajo que él ha demostrado.

Hoy Ábalos no ha estado en la sesión de control pero fue la ausencia más presente, porque la ha monopolizado. No fue un debate constructivo, sino que el Gobierno ha decidido responder a la oposición atacando al PP por sus casos de corrupción del pasado reciente y también al propio Feijóo por la célebre foto con Marcial Dorado.

Que ahora debe responder… no por el caso Koldo. Por el caso Ábalos, por el caso Cerdán, por el caso Armengol, por el caso Ángel Víctor Torres… oigan, es que Ángel Víctor Torres.

Y lo que vendrá porque hoy aún acaba de declarar el presunto cabecilla de la trama, el empresario Juan Carlos Cueto, que lo niega todo ante el juez y que asegura que él trabajó por España.

Una coyunda público privada que puede ser mucho más grave que las mordidas de las mascarillas

En el día de hoy un nombre que refulge sobre el resto… si cediéramos a la tentación del chiste fácil, diríamos que sobrevuela toda la actualidad. Es el de Air Europa. Cuenta El Confidencial que "Air Europa pagó al comisionista del ministerio en pleno rescate público de la compañía con 615 M". Pero, es que añade que contaba con un pase especial en el ministerio. O sea que hay aquí una coyunda público privada que puede ser mucho más grave que las mordidas de las mascarillas.

Hombre, estamos hablando de una compañía que se rescató con cantidades ingentes de dinero público, así que como diría el profesor, se trata de una compañía a la que sostenido «usted, señora». Con lo que habría que ser especialmente escrupuloso con la operación y resulta que entre los asesores de la empresa aparece uno de los cabecillas de la trama, Víctor de Aldama, empresario y presidente del Zamora Club de Fútbol, al que el holding de Air Europa hizo un pago coincidiendo con las adjudicaciones de los contratos de las mascarillas.

En cuanto las mascarillas, la querella de la Fiscalía anticorrupción ha hecho aflorar mil casos comprometedores para dirigentes. Qué digo para dirigentes del PSOE, ¡para alguna autoridad del Estado! Porque El Mundo ha revelado que Francina Armengol, actual presidenta del Congreso, cuando era presidenta de Baleares cargó a los fondos europeos un contrato de la trama sabiendo que que las mascarillas recibidas no se ajustaban a lo pagado, eran de baja calidad y que por tanto resultaron inservibles desde el primer momento. De hecho, el material se almacenó de forma casi inmediata y permanece a día de hoy almacenado y sin usar en un almacén del departamento de salud pública del Govern balear.

Se lo resume de forma más sencilla, al gobierno balear lo estafaron y cuando supo de la estafa se lo cargó a los fondos europeas. O sea: estafó a la Comisión Europea.

Todo en esta actuación es deplorable

Estafar a la Unión Europea es una mala idea. Pero es que todo en esta actuación es deplorable. Porque las mascarillas fueron en los días sucesivos retiradas de todos los centros de salud de Baleares y almacenadas en una nave del municipio mallorquín de Marratxí. Allí siguen a día de hoy en cajas apilada. Y se las cargan a los fondos europeos… Aquí no estamos hablando de una mordida sino de una posible malversación.

Además el PSOE tiene un problema operativo. Es que después del 28M, buena parte de las administraciones locales y regionales de este país están en manos de su rival política, con lo cual han perdido el control de la situación. Fíjense lo de Baleares. El actual Ejecutivo autonómico de Marga Prohens ha dado instrucciones internas para poner en cuarentena aquel pago que acabó siendo endosado por el gobierno de Armengol a la Unión Europea sin informarle de que la compra de mascarillas que se sufragó con aquellos fondos había resultado ser un fiasco.

VÍDEO DEL MONÓLOGO

El monólogo de las ocho: