Es evidente que el atolladero en el que se encuentra Grande-Marlaska sería mucho más fácil de explicar para el Gobierno si dispusiera de un parte oficial en cada informativo. Es que la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ha hecho hoy una propuesta de un atrevimiento feroz, precisamente en un coloquio denominado Retos de la Portavocía del Gobierno en la era de la posverdad
Como el tiempo, dice Isabel Rodríguez. A nosotros nadie nos impone darles el tiempo, aquí lo hace un magnífico profesional que es Roberto Brasero, que no es un funcionario del Estado. Que le paga esta casa y dice lo que le parece. Y ustedes se fían de él porque
Miren… en caso de que triunfara esta idea, de abrir un espacio obligatorio para la información oficial, ahora, por ejemplo, una voz institucional se dirigiría a ustedes… bueno, quién sabe, igual nos lo harían leer a nosotros para que no parezca demasiado oficialista…
Hoy por ejemplo el guion diría: Fernando Grande Marlaska ha reforzado su autoridad en el Consejo de Ministros después de que se demostrara su compromiso férreo con los derechos humanos, tras el visionado de los vídeos de aquel incidente en el que tan sólo murieron 23 inmigrantes en la frontera con Melilla. En la frontera con Melilla, pero en la parte marroquí, por supuesto, que las grabaciones han ratificado la versión del ministro de que ningún inmigrante murió en territorio.
A ver… el territorio en el que algunos murieron sí es español. En el catastro figura como territorio soberano de la nación española. Pero no es responsabilidad española, porque Aznar dejó que lo fueran utilizando los marroquíes y desde entonces así ha ocurrido y este Gobierno lo ha respetado. Marlaska no sólo no dimitirá sino que es previsible que el próximo CIS confirme que se encuentra en su pico de popularidad. Asunto zanjado.
Luego fuentes de la Moncloa han querido matizar que la Isabel Rodríguez no es una propuesta forma y que el Gobierno en ningún caso quiere imponer espacios para la información oficial en los medios privados. Esto no es nuevo. Ya el CIS en su día, durante la pandemia, preguntó a los ciudadanos cuál era su presdisposición a recibir información solo de fuentes oficiales. Luego también tuvieron que quitarle hierro al asunto. Estos coqueteos constantes con la imposición de una verdad oficial tienen algo de obsesivo… y de insaciable… porque no es que al Gobierno le falten canales públicos para difundir sus mensajes.
No sólo tienen un presupuesto descomunal para colocar publicidad institucional. Sin ir más lejos acaban de forzar la destitución del presidente de RTVE, Pérez Tornero, y han ampliado los poderes de su sustituta por la vía del ordeno y mando. Hay una agencia pública, radio pública, teles autonómicas… la rueda de prensa del Consejo de Ministros se emite íntegramente en el canal 24 horas. Íntegramente. O sea que tienen cien mil formas de llegar al ciudadanos y aún quieren más. Con cien mil formas de llegar al ciudadano, si no alcanzan su conciencia será porque el ciudadano no les concede mayor credibilidad. Esto es primero de democracia. De segundo es que siempre hay que desconfiar de las fuentes oficiales. Pero esto el Gobierno aun anda aprendiéndolo.
¿Saben qué cadena es pública? La BBC. Sí, claro. La que denuncia que Marlaska ha mentido cuando dijo que ningún inmigrante murió en suelo español durante la tragedia de Melilla.
Les ponía antes el ejemplo de Marlaska. A riesgo de contrariar la oficialidad, vamos a tratar de explicar lo que le ocurre: Grande Marlaska no va a dimitir y a juzgar por los esfuerzos que se han tomado los ministros socialistas para rescatarlo de sus problemas con la verdad, tampoco va a ser destituido.
Ha sido llamativo. Cómo uno tras otros de los ministros de la parte socialista han acudido a arropar al compañero de Interior, resaltando con gran profusión de adjetivos su compromiso con los derechos humanos y su pureza de espíritu.
El problema al que se enfrenta Marlaska es algo más concreto y requiere de menos proclamas y de más información. Porque lo que ahora debe demostrar es si hay alguna responsabilidad española en la muerte de los al menos 23 inmigrantes que se dejaron la vida en aquel trágico salto a la valla de junio. Y en consecuencia si mintió cuando dijo que ninguno de ellos había fallecido en territorio español.
Desde luego, no va a entregar más vídeos ni a la Fiscalía ni al Defensor del Pueblo, tal y como le reclaman, y no lo hará porque dice que no existe más material que el que ya ha entregado y que las razones por las que hay brechas temporales en la grabación es explicable: los helicópteros tienen que repostar y por tanto no hay una grabación continua.
Hoy Isabel Díaz Ayuso ha acudido a la Sexta y ha sido entrevistada por Antonio García Ferreras. Lo que hay que hacer cuando consideras que tu mensaje no ha sido debidamente captado o comprendido por la ciudadanía.
Es el caso de la conflictividad en la Sanidad y la situación que se está viviendo en las urgencias de Madrid. Ella asegura que no ocurre en Madrid nada que no esté ocurriendo en otras comunidades. La presidenta de la Comunidad ha insistido en que el problema está en la falta de médicos y ha culpado a la oposición madrileño y al Gobierno de la nación de estar atizando el caos para sacar rédito político
Algo más. El Gobierno negocia a contrarreloj con la Plataforma de camioneros para evitar la huelga del transporte que está convocado a partir del domingo. Por el momento las negociaciones han fracasado pero todavía no están cerradas.
Esta mañana se ha celebrado una reunión entre la directiva de la plataforma y dos subdirectores de la Dirección General de Transporte Terrestre. Lo que reclaman los transportistas es que el Gobierno intervenga para garantizar que se cumple la ley que debería impedir que trabajaran a pérdidas, con una remuneración por debajo del coste.
Esta organización, Plataforma, sigue siendo la única que ha secundado los paros. El resto de patronales y sindicatos, la federación Fenadismer y el resto de los actores representados en el Comité Nacional del Transporte por Carretera, siguen negándose a participar de la protesta, porque dicen que este es un momento crítico para la economía y su situación es muy distinta a la que motivó la huelga del pasado marzo.