Suele hablarse del shock del futuro, del tremendo impacto que sufriría un ciudadano de 2023 que hiciera un viaje en el tiempo al año 2100. Se ha hablado y quizás sea aún más impactante el shock del pasado, la sensación que embargaría a un ciudadanos de 2023 que viajara en el tiempo a 1980. Aunque lo hubiera vivido, porque si algo tiene la memoria es que dulcifica los recuerdos para hacer la vida vivible. Una memoria indeleble sería insoportable.
He mencionado el año 1980 de forma muy consciente. Fue el año en que ETA mató más, en el que asesinó a más gente. Es curioso que haya gente que considere que ETA fue alguna vez una fuerza democratizadora porque asesinó durante una dictadura. El 95% de sus asesinatos los hizo en democracia. Porque ningún otro objetivo persiguió ETA con más empeño que España no llegara a convertirse en una democracia.
Volvamos al año 1980. 98 asesinatos. Esto lo contó como nadie el cineasta Iñaki Arteta en su documental 1980. Entre otros han escuchados ustedes a una eminencia en el estudio del terrorismo como el Florencio Domínguez, al que pronto tendremos aquí en la Brújula. Aquí digo en su casa, porque emitimos desde el Museo Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo en Vitoria. Un lugar que es increíble que no existiera hasta hace un año y medio.
Les voy a hablar de una visita a este memorial, que tiene mucho que ver con el shock del pasado al que me refería. Aquí están recordadas las víctimas del terrorismo. Aquellas que fueron asesinadas con publicidad para infundir terror y cumplir así unos fines políticos. Miren, ahora hay en la tercera planta una exposición con los escritos de Joxeba Pagazaurtundúa, jefe de policía de Andoian. Lo que estremece al leerlo es que vivía con la plena conciencia de que algún día lo matarían. Lo que no sabía era cuándo. Con esa certeza, no certidumbre, certeza, vivían muchas personas. E iban a trabajar y cumplían con sus obligaciones y cumplida su jornada y ganado su salario regresaban a casa y cenaban con su familia. Porque tenía una mujer o un marido que compartían una certeza y aún así ahí seguían y unos hijos a los que seguro que les ocultaba el miedo o trataban de hacerlo.
En fin, el shock del pasado todo el tiempo que un lugar como existía, el olvido fue haciendo su trabajo.
Hasta llegar a la trágica situación de la actualidad, en que los crímenes de ETA pasan para una generación por ser historias de viejitos, en que se cree que el FRAP o el GRAPO fueron fuerzas democratizadoras, que no hubo víctimas de la extrema derecha o que ya no hay víctimas del yihadismo.
Claro, lo que no se le va negar a ETA es su lugar privilegiado en el Olimpo del terror en España. Ahora estamos en una de esas operaciones de amnesia inducida que pretende borrar la memoria reciente para que sean más vivos los recuerdos lejanos. Por eso es tan importante un lugar como este, custodio de la memoria del terrorismo. Porque permite deshacer muchos equívocos. El principal que ahora se extiende por España es que hay una cierta disfunción entre los medios de ETA y lo que fueron sus fines. Nada más engañoso. Los fines de ETA fueron, ha sido y son comprobados en pueblos y aldeas donde el odio, la delación, el miedo y la intimidación se convirtieron en política consistorial y eso conviene no olvidarlo.
Ahora vamos a hablarles de otras noticias y a tratar de explicarles la importancia de asistir a una cena.
Sí, es cierto que no es lo mismo acudir a una cena con los miembros de una trama que pertenecer a la trama. Pero. Hay un pero. Qué se le va a hacer.
Conviene acercarse un poquito al sumario del otrora caso Mediador para entender en qué consistían las andanzas del Tito Berni. El diputado Fuentes Curbelo no recibía a los empresarios a los que presuntamente extorsionaba o que presuntamente le sobornaban en su despacho del Congreso por la comodidad de sus instalaciones o por lo florido de la decoración. Lo hacía allí para proyectar una imagen de poder, para hacerles saber que era alguien. De ahí que reunir a 15 diputados en una cena o 5 en otro, nada menos que en el bullicioso ambiente del Ramsés, le podría ayudar en ese fin que consistía hacerles saber que era alguien.
Por eso es relevante que hubiera quien consciente o inconscientemente le ayudara en la tarea. Y también porque, convendría aclarar si esas cenas se pagaban a escote o los diputados disfrutaban de las exquisiteces que allí se sirvieron como se dice comúnmente de gañote. Oye, una cena para 15 en Ramsés sale por un pico, eh.
Hoy en Más de Uno se refería a aquellas cenas el presidente de Asturias Adrián Barbón.
Luego Sánchez Curbelo manejaba la dirección general de ganadería para ponerles trabas, expedientes informativos o ayudarles con una adjudicación a estos empresarios. Así que presuntamente y siempre según el sumario, esta trama tiene dos escenarios. Madrid y Canarias. Hoy por cierto, miren qué oportuno, se ha celebrado el debate sobre el estado de la región en Canarias y el presidente Ángel Víctor Torres ha respondido a las denuncias de la oposición.
