Habría que remontarse a hace dos décadas para encontrar una decisión judicial tan determinante para las elecciones de Estados Unidos. Claro, que aquella decisión, la del voto de Florida en el duelo Bush-Gore, fue después de que los estadounidenses votaran.
No hay ningún impedimento legal para que Donald Trump arrase en el Supermartes de los republicanos y se enfrente con ventaja en las encuestas al demócrata Joe Biden.
Hoy Trump es un hombre feliz, porque empieza a acariciar su segundo mandato. El Supremo no le ha dado la razón, lo que ha hecho es quitársela a Colorado. Porque dice que ha de ser el Congreso y no un Estado quien vele por el cumplimiento de la Constitución y quien haga cumplir cumplir la sección tercera de la Decimocuarta Enmienda contra los titulares de cargos y candidatos federales. O sea y en román paladino: que el Estado de Colorado no es quién para excluir a Trump de las primarias, por más que atentara contra la Constitución, y como eso depende de las Cámaras y ahí tienen mayoría los republicanos. Lo más probable a esta hora y en este día es que Donald Trump vuelva a ser presidente de Estados Unidos, así al menos lo sugieren las encuestas.
La media de las encuestas sitúan a Trump unos tres puntos por encima de Joe Biden. Pero, además la campaña del primero ha sufrido un empujón gracias a esta decisión del Supremo, que en términos de opinión pública va a ser leída como un triunfo inapelable del trumpismo.
De lo más hilarante del día ha sido escuchar a Yolanda Díaz proponer prohibir los indultos a los corruptos.
Hombre, peor será amnistiarlos. Es que Yolanda Díaz ya aprobó el indulto de los corruptos del procés y ahora promueve y votará por la amnistía de los que quedan sin sentenciar. Que cometieron delitos peores aún, pero entre ellos la malversación de fondos públicos. ¿Esta gracia qué es? Como los adictos… la última y lo dejo… Luego ya prohibimos los indultos y que no robe nadie.
Ninguna transacción tan vil como la que de intercambiar impunidad por apoyo parlamentario
Robar es horrible, pero hacerlo para quebrar la Constitución mediante una secesión es peor que cualquiera de las juergas que se haya corrido Koldo con el dinero de las mascarillas. Ahora les contamos las novedades del caso, que son jugosas, ahora. Ninguna transacción tan vil como la que de intercambiar impunidad por apoyo parlamentario… ninguna. Y esa se va a consumar este jueves. Si nada se tuerce antes.
Este jueves se reúne la Comisión de Justicia con el nuevo dictamen sobre la mesa, justo cuando finaliza el plazo que se dieron PSOE y Junts. ¿Eso que significa? Al menos lo que todo el mundo interpreta es que ya hay un acuerdo o que el acuerdo está muy cercano.
Ese dictamen es el paso previo a la votación del Congreso. Si uno hace caso a los portavoces socialistas, como Esther Peña, que hoy ha hablado en Ferraz no habrá cambios en el texto de la ley. Claro que hacerle caso a los portavoces socialistas es una decisión arriesgada, porque tantas veces lo que se ha negociado con Puigdemont los ha dejado en fuera de juego que es normal que pongan tantas prevenciones a sus declaraciones. Porque ellos qué sabrán de lo que van a terminar votando.
Ahora que lo curioso es cómo se plantea la operación política. O sea que brindarle la impunidad a unos corruptos, que han cometido delitos peores, pero también malversación, va a ser lo que redima al PSOE de un caso de corrupción que se está investigando.
Cuando es verdaderamente necesario para mantenerse en el poder se indulta a malversadores
Más bien será todo lo contrario. Demostrará que todas las proclamas acerca del "quien lo hace lo paga" y demás épica justiciera que se despacha a cuenta del caso Ábalos es puro teatro. Porque cuando es verdaderamente necesario para mantenerse en el poder: se indulta a malversadores, se rebaja la pena en el Código Penal y se amnistía a los que ni siquiera han sido juzgados.
Cuánta prisa para pagar y qué parsimonia para recuperar el dinero
El portavoz del PP, Miguel Tellado, señala a la presidenta del Congreso. Y es verdad que cada mañana la lectura del periódico es un calvario para Francina Armengol, porque cada mañana se ventila una decisión disparatada y maloliente por el fraude de las mascarillas. Es que hay quien quiere compararlo con el fraude al ayuntamiento de Madrid de los dos pájaros estos de Medina y Luceño. Bueno, hay alguna diferencia. Hoy sabemos, por ejemplo, que la administración balear pagó a la trama con una diligencia antinatural, porque a los siete días, según cuenta El Mundo, ya había satisfecho el pago de las mascarillas defectuosas. En cambio, tardó tres años en denunciar el fraude. La comparación es llamativa. Cuánta prisa para pagar y qué parsimonia para recuperar el dinero. Ni que el dinero fuera de todos los baleares.