La calle del Correo es una de las que sale o de las que entra en la Puerta del Sol de Madrid. Tan céntrica que está a 0 kilómetros del kilómetro 0. Hay algo averiado en la memoria de los españoles, porque la mayoría no sabría identificar la calle ni reconocer el papel que ha jugado en la historia la cafetería Rolando. Se han cumplido 50 años en septiembre desde que con una bomba de dinamita y metralla ETA asesinara allí a 13 personas y dejara más de 70 heridos.
Hay ciudades españolas cuyo trazado urbanístico está recorrido por lugares así, que se recuerdan, o más bien deberían ser recordados, porque un día ETA decidió matar allí. Lo de la cafetería Rolando fue un crimen tan atroz que ni siquiera quiso reivindicarlo la banda terrorista. Los autores nunca llegaron a ser juzgados. El 5 de noviembre de 2018 se hizo público que en el último boletín interno Zutabe, fechado en abril de 2018, ETA asumía la autoría del atentado.
La democracia española está aquejada por una demencia muy particular que hace más vivos los recuerdos remotos y difumina los recuerdos más cercanos. Nosotros en 'La Brújula' cada año hacemos este viaje en la historia reciente que es la visita al Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo que se encuentra en Vitoria. Desde aquí les hablamos hoy, como cada año por estas fechas. Aunque solo sea para recordar que en la conquista de la democracia se vertió mucha sangre inocente y que nadie trabajó como ETA por evitar que España fuera un régimen de libertades.
En el lado bueno del Paralelo 38 se está produciendo una convulsión política que tiene muy preocupado al mundo. En Corea del Sur, el gobierno de Yoon Suk-Yeol, ha declarado la Ley Marcial de emergencia, acusa a la oposición de controlar el Parlamento, de ejercer actividades antiestatales y de simpatizar con Corea del Norte. Estamos ante un enfrentamiento político que ya ha provocado algunos choques violentos a las puertas de la Asamblea Legislativa.
El choque institucional ya es irremediable porque la cámara ha bloqueado las medidas excepcionales del Gobierno y se cruzan acusaciones de golpismo. Insistimos en que se trata del lado bueno del Paralelo 38, la última frontera de la Guerra Fría, y que la paranoia por una invasión y por una infiltración suele utilizarse más bien al norte, en PyongYang. Esta vez ha sido el gobierno de Seúl quien ha agitado el fantasma del vecino mientras los escándalos de corrupción arrecian.
Y en España, la corrupción ha vuelto a ser la protagonista de la sesión de control en el Senado, con algunos momentos cómicos. Bueno, tragicómicos.
El bueno de Juan Lobato ya está probando el jarabe de la soledad. Le han movido el sitio. Ya saben que el partido le ha pedido que, ya que ha dimitido como secretario general del PSOE de Madrid, entregue el escaño de senador. Como no lo ha hecho lo han mandado detrás de la columna. Como hacía Pablo Iglesias con sus ex.
Es verdad que Juan Lobato ha comprometido entre otros al que va a ser su sucesor. Porque ya hay evidencias de que el centro de mando de la operación para destruir a Ayuso utilizando información confidenical de su novio se encontraba en la Moncloa.
Hoy le han preguntado en el Senado a Óscar López por esta operación de Estado para destruir a Ayuso. Claro, es normal. ¿O es que acaso alguien piensa que Pilar Sánchez Acera envió órdenes a Lobato en un exceso de iniciativa? Es más, ¿alguien piensa que Lobato iba a obedecer como hizo si no supiera que venía de parte del jefe de gabinete de Pedro Sánchez?
Alfonso Serrano y Óscar López. El frente madrileño en el Senado. Hay novedades en el caso… y prometen espectáculo. Porque el juez ha llamado como testigo a Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta Ayuso y uno de los actores secundarios más principales de la política española.
No sólo declarará él. También lo harán ocho periodistas que publicaron la noticia de la negociación para un acuerdo de conformidad de Alberto González Amador con la Fiscalía. En total, Hurtado ha citado a ocho periodistas de distintos medios de comunicación: EL MUNDO, La Sexta, eldiario.es, Cadena Ser, El Plural, Vozpópuli y Libertad Digital.
Ya se nota que el principal frente de batalla política de España va a ser la Comunidad de Madrid. Allí caerá en paracaídas pasado mañana Óscar López. Pero no esperen que deje el Consejo de Ministros. Esta es una práctica habitual, que consiste en ungir candidato a un ministro y permitirle que instale su sede de campaña en el Consejo de Ministros. No descarten que Pilar Alegría haga lo propio si consigue hacerse con la díscola federación aragonesa.
También se aprecian movimientos para recrudecer la batalla contra los medios críticos. A eso responde el nombramiento de Ion Antolín como secretario de Estado, era el jefe de prensa del PSOE, uno especialmente sectario y locuaz en las redes sociales. Ahora tendrá su cargo en la Moncloa desde el que castigar a la prensa que se muestre poco dócil.
Vienen tiempos muy complicados, con un calendario de adviento judicial muy comprometido. Es necesario tener tropas aguerridas. Afortunadamente, este gobierno cuenta con la solidaridad de gente ilustre como Arnaldo Otegi que ahora señala en Radio Euskadi a Pedro Sánchez como "la víctima de un Estado profundo". Lo cierto es que el deslizamiento populista de Pedro Sánchez, que ha adoptado ya todos los tics de Podemos sobre los jueces y los medios, está concitando la solidaridad de lo peor de lo peor. Él verá.