Ya es oficial. Candidato Puigdemont ha celebrado su primer acto de precampaña y lo ha hecho en una localidad francesa próxima a la frontera española, Elna. Un municipio de Francia situado en el departamento de Pirineos Orientales, en la región de Occitania.
Por el momento, sólo se acerca pero no cruza la frontera. Esa es una decisión que tendrá que tomar próximamente. Si hacerle caso a su entorno y convertir su detención en el acto supremo de la campaña electoral en Cataluña. Por de pronto, ya antes de anunciar su candidatura oficialmente las encuestas ya informaban de una tendencia creciente en el sentido de voto de Junts. Este es uno de los efectos más inmediatos de esta llamada política de reconciliación del Gobierno. Que son los más radicales los que están creciendo en intención de voto. En el País Vasco, Bildu y en Cataluña, Junts. Ambos amenazan con desplazar a sus adversarios, el PNV y Esquerra, como fuerza hegemónica del nacionalismo.
Puigdemont ya es un político rehabilitado desde el momento en que el PSOE lo convirtió en interlocutor privilegiado
La amnistía tiene sus tiempos. Pero Puigdemont ya es un político rehabilitado desde el momento en que el PSOE lo convirtió en interlocutor privilegiado y el Gobierno, en su socio prioritario. Lo que viene es el correlato previsible, su regreso a la primera línea política sin un atisbo de arrepentimiento, sin una micra de contrición y con el ánimo desafiante de quien cree que el Estado ha terminado por darle la razón.
Henos aquí, otra vez pendientes de lo que dice el hombre que declaró unilateralmente la independencia de Cataluña, que vulneró los derechos de la oposición política, promovió a sabiendas leyes ilegales y desvío un descomunal monto de dinero público a la aventura enloquecida del procés.
Suyo es el poder la iniciativa. Puede hacer una campaña muy creativa. Si hace caso a parte de su entorno, puede plantarse en España para hacer el experimento crucial de esta campaña y ver cómo afecta la detención de un candidato al desarrollo de unas elecciones.
Hoy le ha preguntado Carlos Alsina al primer ministro in pectore Félix Bolaños. ¿Será detenido Puigdemont en caso de plantarse en España para hacer campaña?
El Gobierno, que ha convertido a Díaz Ayuso en el gran leviatán, acaba de rehabilitar este hombre
La amnistía tiene su tiempo de tramitación, desde luego. Es que el Gobierno, que ha convertido a Díaz Ayuso en el gran leviatán, acaba de rehabilitar este hombre. Cualquier proclama sobre la corrupción e incluso sobre la convivencia se topa con este hecho inolvidable. Puigdemont no tiene una novia acusada de fraude fiscal. El desvío de fondos públicos para sufragar la aventura enloquecida del procés ha provocado un quebranto enorme a las arcas públicas. Es la peor corrupción, la que se destina a un proyecto de extranjerización de los españoles en su tierra.
En descargo de Ábalos diremos también que no hay en todo el caso Koldo una transacción tan vil como esta. La peor corrupción política es haber intercambiado impunidad a cambio de su apoyo parlamentario.
¿Qué convivencia se funda en la extinción de la responsabilidad de quien la quebró?
¿Qué convivencia se funda en la extinción de la responsabilidad de quien la quebró? ¿Y qué reconciliación se promueve contra la mitad del Congreso, la mayoría absoluta del Senado y la mayoría social?
Hoy el Gobierno vierte lágrimas de cocodrilo por el triste ambiente político que el mismo Gobierno ha promovido. Miren, un ejemplo, ayer en la tribuna del Congreso de los Diputados, la ministra de Hacienda, ni más ni menos, se ha hecho eco de una noticia falsa, que hoy ha sido rectificada por el medio que la ha publicado Infolibre, y con la única pretensión de ensuciar a la mujer de Alberto Núñez Feijóo. Las familias son intocables, decía en su día Montero, excepto si se trata de la familia de los otros… claro… entonces no.
Esta es una doctrina, la de la excepción Ayuso, a la que se suma hoy también en Onda Cero, la vicepresidenta Yolanda Díaz. Nadie debe dar explicaciones por lo que hace su cónyuge, ni siquiera Pedro Sánchez por los negocios de su esposa con una empresa rescatada con dinero público. Nadie excepto Ayuso por el impuesto de sociedades del suyo, claro. ¿Por qué? Pues porque no es lo mismo.
Contra Ayuso se pueden promover manifestaciones al grito de Asesina por ejemplo. Eso no es crispación. Contra la mujer de Feijóo se pueden difundir informaciones en sede parlamentaria y eso no es crispación. Igual que el ministroll puede erigirse en el jurado de la excelencia periodística sin que la libertad de prensa sufra quebranto.