El que León se independice de Castilla es un debate que se viene arrastrando desde que se fundaron las autonomías y que estalló con estruendo hace algunos años. Ahora el debate regresa con fuerza y además con nuevos matices. No es una cuestión nacionalista aunque también está atizada por el agravio. Los leonesistas consideran que el centralismo pucelano ha relegado a León la periferia de la comunidad. Considera que esto afecta a su desarrollo económico… y demográfico, porque es una provincia que ha perdido mucha población en poco tiempo.
Porque les contamos ahora todo esto… qué tiene de novedoso…. pues sí tiene algo de novedoso… en primer lugar porque en el PSOE se empieza a apreciar una nueva sensibilidad leonesista que antes no existía. Es decir, que el discurso decidido y sonoro del alcalde socialista José Antonio Diez ya no suena como una extravagancia.
Bueno… no suena como una extravagancia su discurso habitual acerca de la necesidad de que León se separe de Castilla para poder volar libre y procurarse un nuevo futuro pero sí quizás suene algo extraña su reciente propuesta. Es que hoy ha entrado en el informativo regional de Onda Cero y allí se ha mostrado muy dispuesto no sólo a separarse de Castilla sino a unirse como una provincia más a Asturias, para crear una comunidad asturleonesa que tiene una reminiscencias históricas algo remotas.
En el debate además se ha metido Óscar Puente y eso garantiza animación por diversas razones. Una es por la natural expresividad del ministro de Transportes pero también por razones biográficas. Es que fue alcalde Valladolid y por aquel tiempo se las tenía tiesas con el alcalde de León. ¿Aunque es verdad que con quién no se las ha tenido tiesas Óscar Puente a estas alturas?
La cuestión es que el leonesismo es indisociable de la animadversión a Valladolid, a la que acusan de practicar ese centralismo empobrecedor. De llevarse las inversiones y de favorecer un desequilibrio regional que los ubica en la periferia. ¿Les suena, verdad? Es que en España todos los debates se parecen mucho…
Lo interesante del caso es que Óscar Puente parece cada vez más convencido. Parece que lo ha «aleonado». Y esto quizás informa de un nuevo clima en Ferraz sobre este asunto. Porque si han convencido al que fuera feroz alcalde pucelano… ya buena parte del camino lo tienen recorrido. Hoy ha hablado de ello con Carlos Alsina en Más de Uno con una sorprendente comprensión de la particular identidad leonesa.
Pero esperen que a esto de la comprensión con las aspiraciones del leonesismo se ha sumado otro ministro. Y es el ministro del ramo. El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres.
Y dirán… una comunidad gobernada desde siempre por el PP, como es Castilla y León, bastión popular tan inexpugnable como Galicia (o más)… bueno es que esto también puede traer lio interno en el PP. Los populares votaron en contra de la moción aprobada por el PSOE y Unión del Pueblo Leonés… pero el portavoz popular en la diputación dice que es porque resulta insuficiente. David Fernández Blanco le ha dicho a El Mundo que "Es un reino histórico y un cuarto del escudo de España» y que "La mayoría de leoneses creen que León merece una autonomía».
Ya les decíamos que si tuvieran que apostar, podían dar por seguro que el PSOE jamás se prestaría a aprobar un nuevo sistema de elección de los vocales del CGPJ. Quieren seguir repartiéndose los vocales mediante el apaño partidista y les da igual lo que diga el acuerdo que han firmado… porque no consideran vinculante la propuesta que presente el nuevo Consejo.
Félix Bolaños lo ha repetido hoy en Televisión Española. Y fue él quien negoció los términos con Esteban González Pons. Era previsible. Lo advertimos desde el primer día.
El PP ya había conseguido arrancar otras medidas para una mayor independencia judicial pero ya resultaba sospechoso que se introdujera una demora para el cambio del sistema de elección. Ahora el PP advierte… ojo con cambiar lo pactado… pero no es necesario cambiar nada… basta sencillamente con incumplirlo. Es lo que ha dicho Bolaños. El Consejo presentará su propuesta, tal y como establece el acuerdo pero el PSOE puede votar en contra de ella cuando llegue al Congreso.
Esto advertía Alberto Núñez Feijóo en Al Rojo Vivo. Muy enérgico. Es verdad que el acuerdo sobre el CGPJ le ha procurado una renovada fortaleza interna porque el partido se ha presentado muy cohesionado en una cuestión tan delicada. Además es cierto que ha conseguido victorias evidentes en la negociación. Pero el PSOE no necesita cambiar ni una coma de la reforma para traicionar su promesa de renovar el sistema de elección de los vocales. Basta con que voten en contra cuando se presente.
Y ahora que hablamos de triquiñuelas legislativas…
Hoy se ha aprobado la Ley de Paridad en el Congreso de los Diputados. Es una ley que dispone cuotas reforzadas para las mujeres en la administración y en las empresas. No cuotas de género, sino para mujeres porque los hombres pueden ser reducidos a cero en esas entidades sin que nada ocurra por ello. Lo que la ley establece es que las mujeres no podrán tener una representación inferior al 40% en órganos constitucionales, organizaciones sociales como sindicatos o colegios profesionales, los equipos directivos de otras instituciones como las universidades y los consejos de administración de las grandes empresas, además de consagrar las listas electorales cremallera.
Se han opuesto PP y Vox y la ley ha salido adelante gracias a 177 votos. Ahora que la ley venía con sorpresa y eso es lo que demuestra hasta qué punto el Gobierno considera todo estos asuntos de la paridad como puramente instrumentales. Porque los convierte en cuerpo huésped de otras medidas que cuela de estraperlo en una iniciativa puramente antidemocrática y de apariencia prevaricadora.
La ley incluye dos enmiendas sin conexión alguna con el contenido de la norma para arrebatarle al Senado una de sus competencias más trascendentales: la posibilidad de vetar la senda de déficit y los objetivos de estabilidad presupuestaria, conocida como techo de gasto.
El Constitucional ya ha sentenciado que esto es del todo ilícito, es una práctica que va a arraigando y demuestra una total carencia de decoro parlamentario y democrático.
Es lo mismo que han hecho para eliminar la suspensión de la ley de amnistía en caso de que se plantee una cuestión prejudicial, que la quieren borrar de la ley colando una disposición en un texto que no tiene nada que ver con el asunto.
El Gobierno se dedica a levantar aduanas democráticas en disposiciones enmascaradas en leyes cargadas de aparentes buenas intenciones, como esta ley de la paridad que hoy se aprobaba en el Congreso. El diputado del PP Jaime González de los Santos. han avisado a las diputadas de la Mesa de la Comisión de Igualdad que aceptaron las enmiendas de que pueden acabar enfrentándose a una acusación por «prevaricación".
