No parece que a Alberto Núñez Feijóo le haya reconfortado demasiado el pleno en el que el pasado viernes Carlos Mazón hizo un tímida autocrítica. Quizás es que el primer defraudado fue él, que convencido por lo que Mazón le dijo que diría salió a tranquilizar a la gente e infló sus expectativas con un adjetivo que hoy se antoja francamente absurdo.
El pleno no fue reconfortante para nadie y menos que para nadie para Feijóo, que hoy tras el Comité Ejecutivo nacional de su partido ha querido hacerle él la crítica a Mazón, ya que la autocrítica ha sido tan decepcionante. Ya ven que hay un cambio de tono en el reparto de responsabilidades por la gestión nefasta de la tragedia
Así que lo que es evidente a esta hora por la sucesión de los hechos y los adjetivos es que Carlos Mazón le dijo que haría algo que después no hizo o dijo. Y claro… la primera expectativa que traicionó fue entonces la de Feijóo e hizo que Feijóo inflara las expectativas del resto de los ciudadanos. Mala cosa.
Mazón sigue presentando de forma serializada la remodelación de su Consell. Ya les habíamos informado de que habría una nueva mujer fuerte, que es Susana Camarero, que hoy ya ejerció de portavoz y que se adivina como una alternativa a Mazón en caso de que el presidente valenciano no consiga recuperar con el esfuerzo de la reconstrucción la confianza de los valencianos.
Hoy ha confirmado el cese más facilón porque la cabeza que corta tenía el rostro más antipático de la gestión de la catástrofe. La vida de un político no es fácil, porque a veces basta un gesto para que te conviertas en un villano. No sabemos si Nuria Montes es o no una buena persona, seguro que lo es, pero su forma de dirigirse a las familias en un momento de pura incertidumbre y dolor la convirtió en una figura antipática, en un sentido literal… falta de empatía.
La va a sustituir en la consellería de Turismo la actual presidenta de la patronal del calzado, que es Marian Cano. Ya digo que se trata de un cese poco comprometido y basado sobre todo en una cuestión emocional, no tanto por la gestión de todo este despropósito.
A la oposición desde luego no le va a satisfacer porque la oposición a quien ha puesto en la diana es a Carlos Mazón y no se conforma con destituciones de subalternos. Ahora se están dedicando a sembrar dudas acerca de la famosa comida de Carlos Mazón, el día de la fatal tormenta. Ya sea por voz propia o por medio de sicofantes en las redes o las tertulias.
Como si no fuera suficientemente embarazosa una comida de horas para que el presidente de la Generalitat en persona le ofrezca la dirección de la tele pública a una periodista, como si fuera suya. Bueno, pues ahora le piden que enseñe la factura que acreditaría que comió ese día en el restaurante El Ventorro. La portavoz de estreno, Susana Camarero, dice que eso ya está explicado.
Por de pronto Joan Baldoví de Compromís quiere armarle una moción de censura para la que no le dan los números, pero que contribuye al desgaste de Mazón.
El Partido Popular lo que quiere es centrarse cuanto antes en el derribo de la candidatura de Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión Europea. Esta operación ha llegado muchísimo más lejos de lo que cabía esperar en un principio. La semana pasada les decíamos que implicaba demasiado como para prosperar, pero da toda la impresión de la inhibida gestión de la DANA de la aún vicepresidenta de Transición Ecológica es sólo una parte del problema.
Esta misma tarde un teletipo de EFE informaba de que el PP está dispuesto a votar incluso contra la comisión de Von der Leyen si insiste en incluir a Ribera en el gabinete europea. Nótese que Von der Leyen es del Partido Popular Europeo. Esto parecía impensable hace unos días pero el histerismo está cundiendo en Bruselas y algún viso de éxito debe de tener la operación que incluso el Partido Socialista está dispuesto a tragarse el cordón sanitario a los ultras.
A esta hora cuenta El Mundo que El Gobierno y los socialistas dan marcha atrás en su negativa a apoyar al candidato de Giorgia Meloni a la Comisión, Raffaele Fitto, y tratan de salvar así a Teresa Ribera. Fuentes gubernamentales apuntan ahora que "la UE no puede permitirse una mirada miope en el delicado contexto geopolítico en el que se encuentra». O sea… y en castellano… que si tienen que saltarse el cordón sanitario a Meloni, se lo saltan. Igual que Teresa Ribera tuvo que hacerse pronuclear para que no la bloqueara Francia… Aquí lo importante es que la hagan vicepresidenta.
Realmente nadie duda de que el PSOE puede votar al candidato de Meloni, votarían a favor (no de Meloni) ¡de Alternativa para Alemania! si lo necesitaran. Aquí no han tenido escrúpulos de aliarse de forma estable con un partido que va trufado de asesinos en sus listas, como es Bildu. Si es un partido con un ideario tan voluble que basta con que Sánchez diga que algo conviene para que todos los asuman acríticamente.
Hablando de la doma del Partido Socialista… se avecina un lanzamiento en paracaídas sobre Madrid. Es algo que le ha funcionado muy bien a los socialistas, imponer a dedo a un candidato desde la Moncloa. Esta vez tan es así que el elegido es el exjefe de gabinete de Sánchez, Óscar López, uno de los Blanco boys que ya fracasó en su intento de presidir Castilla y León hace unos años y que ahora fracasará en su intento de conquistar Madrid.
¿Y dirán ustedes… y Juan Lobato? Y ese hombre educado que está trabajando para construir una alternativa creíble a Isabel Díaz Ayuso. Pues le espera lo mismo que le espera a Luis Tudanca. De hecho ya ambos se expresan en términos similares. Hoy ha estado con Alsina, Juan Lobato, y con sus educadas maneras se ha quejado de lo difícil que se lo pone Ferraz a quienes quieren trabajar por construir una alternativa creíble en sus territorios.