Enseguida regresamos a los lugares de la catástrofe, les hablamos de la nueva visita del Rey a la zona y también de la larguísima comida de Carlos Mazón y de la inédita vicepresidenta de Transición Ecológica. Antes permítannos ocuparnos de un tremendo hallazgo. 20 millones emparedados en una casa. Se trata de una cifra considerable probablemente procedente del negocio de la cocaína. Este tipo de botines suelen hallarse en los escondrijos de los criminales, lo que es mucho más grave es que se encuentren en la casa de dos policías y que uno de ellos sea nada menos que el jefe antiblanqueo de la UDEF. ¿Qué corcho es la UDEF, que diría Pujol?
Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal. La noticia la adelantaba a media tarde Vozpopuli. La Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional ha detenido este viernes a Óscar Sánchez Gil, jefe de la Sección de Delitos Económicos de la Jefatura Superior de Madrid por su presunta implicación en una organización dedicada al tráfico de drogas. Además del funcionario, también ha sido detenido su mujer y otras quince personas. Lo que significa que habría una verdadera mafia dentro de la Policía.
Continúa el conteo de muertes por la catástrofe de una forma un tanto caótica porque de la cifra oficial más reciente estamos al tanto gracias al tuit de Óscar Puente, lo cual no es lo más apropiado. Hay algunos signos de bendita normalidad en algunos de los lugares arrasados y mientras ha comenzado la guerra política.
Hoy ha encontrado respuesta una de las preguntas más persistentes de estos días recientes. ¿Por qué no se contestó desde un primer momento y se ha permitido que creciera y creciera el interés sobre este asunto? Es otra de la gestiones negligentes de Carlos Mazón de estos días, que se encuentra en una delicada situación política.
Hoy la Generalitat valenciana ha confirmado que la larguísima comida de más de tres horas en 'El Ventorro' el día de la catástrofe fue con una periodista llamada Maribel Vilaplana y dicen que fue una comida de trabajo, porque le quería ofrecer dirigir la televisión valenciana. La pública.
Bien… esto merece algunas consideraciones. Lo primero es el asunto de las prioridades. A las 17:00h había convocada una reunión de coordinación de emergencias. Si las emergencias no se consideran prioritarias y urgentes es que la palabra emergencia ya no significa nada. Mazón llegó a las 18:00h al Palau de la Generalitat y aún tardó algo más en incorporarse a la reunión.
Ya ven cómo están las prioridades. Fíjense que una comida para apañar la tele pública valenciana hizo llegar tarde al presidente valenciano a la reunión de emergencias y, lo que es la vida, unas horas después cuando ya se tenía conocimiento de al menos 50 muertos el luto fue pospuesto para votar el asalto a la Radio Televisión Española. Lo primero es lo primero.
Y por cierto… hagámonos los ingenuos para conservar la cordura. Los periodistas comen con los políticos porque son sus fuentes, sólo faltaría, pero no es el caso. ¿La dirección de la tele pública se resuelve en una comida?
Que el PSOE va a aprovechar esto es indudable y perfectamente legítimo. El problema para Mazón es que el PP está cada vez más incómodo con él. Porque la negligencia es manifiesta en primer lugar y porque eso le dificulta fijar a él otras responsabilidades, como la que reside en el ministerio de Transición Ecológica. Es el competente de la cuencas hidrográficas y su responsable sigue inédita en la crisis. ¿Dónde le pilló? En Bruselas… porque ya su cabeza está en su nuevo destino como comisaria Europea. Luego, al día siguiente, sí, tuiteó, se hizo una foto con la AEMET… pero a Teresa Ribera no la habrán escuchado pronunciarse con alguna explicación de lo que es su competencia. Y hay preguntas que necesitan una respuesta. Por ejemplo…si se ubicó mal el peligro hasta que era demasiado tarde… porque hasta que el error fue irremediable estuvo señalando a la presa de Forata y el desbordamiento del rio Magro e ignoró que el caudal del barranco del poyo se había convertido en un arma letal.
Hoy Carlos Alsina ha seguido recorriendo el lodo y contando las historias de la catástrofe… y entre tanta tragedia… al menos ha encontrado algo luminoso.
Pequeños signos de regreso a la normalidad. A la bendita normalidad. Oigan, poder comprar pan. Porque la gente no quiere que le regalen el pan, quiere poder comprarlo y en Benetússer una de las buenas noticias de hoy es que se ha empezado a hacer pan en la panadería. También se ha empezado a comprar lotería y el mercado ha vuelta llenarse de vida. Son pequeños signos que suponen una enormidad y que atestiguan que la vida sigue a pesar de todo.
