EN LA BRÚJULA

El monólogo de las ocho: "La violencia política hay que reprimirla y no amnistiarla"

Rafa Latorre reflexiona en su monólogo sobre la falta de fecha para la investidura, la quinta noche de protestas en Ferraz e Illarramendi, el segundo español asesinado por Hamás.

Rafa Latorre

Madrid | 08.11.2023 20:24

Hoy la conversación está monopolizada por la batalla de Madrid. Los gravísimos disturbios que dejaban anoche 39 heridos, la mayoría policías. Hoy el ambiente parece bien otro en los aledaños de Ferraz. Durante toda la tarde, los grupos ultra que se adueñaron de la protesta convirtiéndola en una batalla campal con la Policía han estado agitando a sus huestes y calentando el ambiente.

Los fastos del acuerdo con el fugitivo Puigdemont estaban preparados para el pasado viernes. Y desde entonces permanecen allí los negociadores socialistas, padeciendo los desprecios diarios de Junts per Cat, que está disfrutando con un cierto sadismo de su poder y va jugando con las expectativas de la delegación socialista en un juego psicológico en el que se adivina su ánimo de revancha contra el Estado español.

¿Cuál es el problema? Desde luego no las protestas ni tampoco los disturbios. Lo que pasa es que el auto de García Castellón le ha demostrado a Carles Puigdemont que por muy entregado que esté, no todo lo puede y que va a ser difícil garantizarle la impunidad a quien está inmerso en una causa por delitos de terrorismo. Por las acciones de Tsunami Democràtic y los CDR, muchísimo más graves que las de ayer en Madrid. Porque la violencia política de los ultras hay que condenarla y perseguirla y sentenciarla, no mirarle la matrícula ideológica para ver si conviene amnistiarla.

Porque los hechos lamentables de anoche no se pueden volver a repetir, por una cuestión de salud pública, de convivencia, y hasta por aquellos que legítimamente, y con mucha razón, quieren alzar su voz contra la amnistía y han visto como una banda de la porra de mastuerzos ultras han decidido imponerse con su violencia y sus cánticos mastuerzos.

Al PSOE nada le va a achantar y va a conseguir revalidar el gobierno a pesar de todo

Hoy Pedro Sánchez se ha reunido en Ferraz con compañeros socialistas y se ha dirigido a los trabajadores de la sede socialista para hacer un poco de patriotismo de partido en estos momentos de tensión. Se ha encargado también de difundir lo que les ha dicho y es que al PSOE nada le va a achantar y que van a conseguir revalidar el gobierno a pesar de todo.

Hoy varias voces del PP han condenado los actos de violencia, empezando por Alberto Núñez Feijóo. Que también señalaba que el PSOE tiene poca autoridad moral para dar lecciones al respecto, porque va a amnistiar a quienes provocaron disturbios mucho más graves que los que se vivieron ayer en Madrid.

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha pedido que se identifique a los ultras que han provocado los disturbios y que han herido a los policías y que caiga sobre ellos todo el peso de la ley.

Los disturbios de ayer dejaron 39 heridos y la mayoría fueron policías, lo que indica que los agentes, lejos de ensañarse se enfrentaron a una turba adiestrada en guerrilla urbana. Aquí estamos hablando de bastión, ultras de fútbol, rapados, etc. que acuden a celebrar una jornada de ira y no precisamente para defender la Constitución, que les parece aún peor que la amnistía.

Aprovechamiento político evidente por parte de Vox

Hay también un aprovechamiento político evidente por parte de Vox que, desde el primer momento, empezó a desembarcar dirigentes en la protesta con un afán evidente de tomar la bandera y así poder revitalizarse políticamente, porque además están en un momento crítico, con un desaliento interno y una flacidez demoscópica alarmantes para ellos.

Luego hay un problema de autoridad, también evidente. El PSOE tiene un problema de autoridad moral para condenar la violencia política, porque precisamente pretende garantizarse la investidura mediante la graciosa concesión de un manto de impunidad a una violencia política de mucho mayor gravedad. No se puede ennoblecer la violencia política como si fuera la legítima expresión de descontento o un problema de desafección del que hay que ocuparse, no con represión sino con impunidad. Al final los incentivos lo agravan todo. Si en lugar de represión a la violencia política le prescribes legitimidad, el mal se extiende.

Y lo que también es bastante peligroso es ese falso dilema que dice o amnistía o skinhead. No, mire, esa es una ignominia. Eso sólo es elevar la apuesta del frentismo, que es una política por la que Sánchez ha apostado desde el mismo día de las elecciones en que se negó a felicitar al candidato más votado pasando por el pleno de investidura en que se negó a dirigirse a él con la debida cortesía parlamentario y mandó a sustituirle al más pendenciero de los diputados.

Hay una noticia triste dentro de la triste realidad de la guerra. Ya hay dos españoles asesinados por Hamás. Maya Villalobos, la joven, 19 años, que cumplía el servicio militar en Israel. Hoy sabemos que los terroristas han matado a Iván Illarramendi. No había sido secuestrado, como se creía en un principio. Iván Illarramendi y su esposa chilena Loren Garcovich murieron en el ataque a un kibutz próximo a Gaza, pero sus cuerpos no han sido identificados hasta ahora. Los islamistas entraron en la vivienda donde se encontraban y los asesinaron.