Desde luego con estos gritos no pretendía que la Universidad fuera el templo de la palabra, como la describió Unamuno. Lo ocurrido hoy en la Complutense tiene al menos la virtud de dejar en cueros algunos sofocados de estos días. Oigan, que llevan tres días diciendo que un manifestación en Cibeles, regular, registrada y sin incidentes es una impugnación bolsonariana de la democracia, una peligrosa deslegitimación de Pedro Sánchez
Esto en cambio… Esta es una bellísima exhibición del derecho a la protesta. Claro, porque a quien llaman asesina y cucaracha y a quien intentan boicotear en la universidad es a Isabel Díaz Ayuso. De manera que se puede deslegitimar sin ningún reparo a la presidenta de la Comunidad de Madrid, tan electa como Sánchez, de hecho más, porque está al borde la mayoría absoluta. Pero es perfectamente deslegitimable sin que se corra riesgo de que a uno le acusen de trumpista. Luego que si la crispación.
"Creo que lo más importante es que los representantes públicos defendamos los servicios públicos. Desgraciadamente Ayuso representa lo contrario y por eso muchos estudiantes le han recordado que queremos gobernantes que defiendan los servicios públicos". Son palabras de Irene Montero. Ministra de Igualdad. De Igualdad. Pero esto no es lo más alucinógeno. Recuerden que esta ministra es la que habló de violencia política por las críticas, algunas sin duda insultantes, que se dirigen contra ella. ¿Qué ocurriría si a Irene Montero le hacen algo semejante en un acto público? ¿Qué hablaríamos? ¿De genocidio?
Les puede parecer bien, mal o regular que a una política en ejercicio le concedan la dignidad de alumna ilustre de la Universidad, que es lo que hoy iba a celebrar Ayuso. Igual que te puede parece bien, mal o regular que nombren, como nombraron, profesor honorífico a Pablo Iglesias. La diferencia es que en un caso se desató la ira estudiantil y lo otro se asumió con perfecta naturalidad. Porque es verdad que hay una selección muy concreta de las víctimas de la ira estudiantil. Nadie dudaba ya de lo que le esperaba a Ayuso, ni siquiera nadie duda ya de lo que le esperaría a Felipe González, porque el perfil de lo aceptable en la universidad se ha ido estrechando y estrechando hasta que sólo quepa quien recita cada día el catecismo ramonet.
En cualquier caso, el derecho a la protesta y lo ha ejercido por ejemplo la alumna que recibió el premio al expediente más brillante de Comunicación Audiovisual.
En todo su derecho, ahora lo que es un poco temerario es convertir esta sucesión algo atropellada de frases poco concordantes en uno de los hitos históricos de la oratoria. Porque… bueno… una estudiante no tiene por qué saber dominar la tribuna pero… hombre… por eso convertir el discurso en un remedo del de Lincoln en Gettysburg es contraproducente. Pero aquí ya vale todo.
Larguísimo debate en el Congreso con apreciable tufo editorial. Ha querido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparecer ante la cámara para explicar sus logros en Europa, en Davos y exhibir el escudo anticrisis que va a desplegar para proteger las economías de los españoles en este año electoral.
Un discurso bastante autocomplaciente. Bueno, desde la oposición Cuca Gamarra ha sido reconvenida inmediatamente por la presidenta de la Cámara cuando cambió el tema de conversación para hablar de la ley del sólo sí es sí, lo cual no deja de ser bastante curioso porque el resto de portavoces han hablado de lo que les dio la gana. Abascal ha vuelto sobre lo del aborto para criticar al PP, al que ha descrito sumiso a los poderes fácticos de la izquierda, Rufián hizo un alarde de pureza izquierdista… Ha habido algo destacable y es que por el grupo de Podemos han intervenido todos los portavoces de los subgrupos que lo conforman… bueno, todos los grupos parlamentarios están disponiendose en posición de combate electoral. Este es el primer pleno de este año. El primero desde el día 22, el del día de la lotería, que ustedes no habrán olvidado porque fue entonces cuando se aprobó la derogación de la sedición y la rebaja de la malversación y es sólo el aperitivo porque la semana que viene tenemos el primer cara a cara en el Senado entre Sánchez y Feijóo.
Por cierto que entre los reproches que le han dispensado a Pedro Sánchez está la indefinición en el debate en el que está inmerso el mundo libre.
Le decía Cuca Gamarra… «hombre, es que todos tienen una postura, sí al envío de los carros o no al envío de los carros, pero España no quiere siquiera pronunciarse». Este debate y por tanto el curso de la guerra ha podido quedar zanjado esta tarde. Informa a esta hora el Wall Street Journal es que la administración Biden va a anunciar esta semana la decisión de enviar tanques Abrams a Ucrania. El prestigioso diario cita a fuentes oficial y asegura que se trata de parte de un acuerdo con Alemania, que habría aceptado a enviar también sus Leopards.
Así que diplomáticamente esto es muy relevante porque se habría vencido la resistencia de las dos superpotencias que hoy se mostraban más reacias al envío de material pesado para luchar contra el invasor ruso. Der Spiegel también añade que Alemania enviará y permitirá enviar tanques al ejército ucraniano.
Una de las mejores definiciones de lo que está ocurriendo es de nuestro John Muller, al que luego tendremos en la Brújula de la Economía. Dice: «Polonia pidiendo tanques alemanes. Esto no lo soñó Woody Allen». Y es cierto… Bueno, se trata desde luego de una noticia relevante, de esta misma tarde y que podría poner fin a las discrepancias de los aliados respecto al envío de material pesado para ayudar a Ucrania a luchar contra el invasor.