EN LA BRÚJULA

El monólogo de las ocho: "Zapatero permite vislumbrar lo que viene"

Rafa Latorre reflexiona en su monólogo sobre la defensa de la amnistía por parte de Zapatero y la situación en Israel.

Rafa Latorre

Madrid | 16.10.2023 20:16

Zapatero ya tenía una gran influencia sobre Pedro Sánchez, cuando se negoció la coalición con Podemos y en el transcurso de la legislatura fue acrecentándose. Cuando algunos nombres del pasado zapateril fueron adquiriendo relevancia durante sanchismo, como el de Cándido Conde Pumpido, o los visitadores de la Moncloa, que decía Cebrián, se llegó a hablar de que estábamos en un tardozapaterismo.

Bueno, exagerado o no. Su papel tan determinante en la pasada campaña ha sido el colofón, lo que le ha confirmado como un personaje decisivo en el actual momento político. Por eso conviene escucharle siempre con atención. Y por eso tiene tanta importancia la entrevista que hoy ha mantenido con Carlos Alsina en Onda Cero. Porque, más allá de los momentos de indudable espectacularidad radiofónica, Zapatero permite vislumbrar lo que viene. Cuál es el plan para la amnistía, cómo se ejecutará, qué antecedentes históricos se invocarán y cuáles serán las justificaciones para hacer pasar el puro interés particular de Pedro Sánchez

Zapatero no tiene reparos en llamar amnistía a la amnistía y es de agradecer la claridad con la que expone sus argumentos, incluido el culminante. Por qué hasta el 23J nadie defendía la amnistía y ahora nadie la cuestiona en el PSOE.

Este concepto tan elástico del interés nacional que permite moldearlo hasta que coincida con el interés particular de Pedro Sánchez

Claro, es precisa para investir a Pedro Sánchez. Si no fuera así, porque Sánchez tuviera mayoría absoluta, lo justo sería que Carles Puigdemont respondiera ante un tribunal por sus delitos, pero como es un sumando necesario para la investidura, lo justo, lo necesario, lo útil, lo humano es borrar su historial delictivo. Este concepto tan elástico del interés nacional que permite moldearlo hasta que coincida con el interés particular de Pedro Sánchez es el que hace temer lo que luego vendrá. Porque seguro que la última frase de este corte les ha traído recuerdos.

La amnistía sí cabe en el ideario del PSOE, pero no la autodeterminación. Hubo un tiempo en que eran los indultos los que cabían en el ideario del PSOE y no la amnistía. Tanto es así que tal idea quedó plasmada en el informe con el Gobierno de Pedro Sánchez justificaba los nueve indultos a líderes del procés. Esta es la frase textual: «A diferencia de la amnistía, claramente inconstitucional, que se reclama desde algunos sectores independentistas, el indulto no hace desaparecer el delito».

Por utilizar la terminología al uso. Hay otro cambio de opinión llamativo en el argumentario de Zapatero.

Así que el Constitucional es culpable. Primero, el cambio de opinión. No opinaba eso Zapatero cuando siendo presidente conoció los términos de la sentencia que declaró inconstitucionales 14 artículos del Estatut. Él creía que la sentencia le daba la razón y dejaba intactos los aspectos esenciales del Estatut. Lo dejó escrito en un artículo de La Vanguardia en el que ponderaba muy generosamente la sentencia. También lo dejó dicho con su propia voz. Les refrescamos la memoria. 1 de julio de 2010.

¿A qué viene el cambio de opinión?

¿A qué viene el cambio de opinión? Es evidente. Este giro montillesco permite aventurar cuál será la solución que se le propondrá a los independentistas en la mesa de diálogo. Que es la recuperación del Estatut en sus términos originales, antes del expurgo del Constitucional. Eso además permitirá una consulta a los catalanes y cualquiera dirá: vaya, pues tampoco es para tanto. El problema es cuando uno acude a la redacción original del Estatut y recuerda que uno de los artículos expurgados era el que autorizaba un CGPJ catalán, es decir, una administración propia de Justicia.

Y ahora, preguntémonos: ¿Qué hubiera sido del procés si Cataluña hubiera tenido su propia administración de Justicia? La respuesta es innecesaria. Bastará con decir que hoy no sería necesaria la amnistía.

Pero, hoy sí lo es. Y cómo se va a justificar que el Estado pida perdón por sus pecados y rinda la democracia a la legitimación del 1 de octubre. Pues se acudirá a un antecedente histórico la mar de prometedor. La amnistía de Lluis Companys en el 36 por haber declarado la república catalana en el 34.

Teniendo en cuenta la dramática historia de España no parece lo más alentador que el referente histórico sea una decisión del Frente Popular en 1936. Digamos que España es otra. Bien otra.

Pero ,incluso si obviamos lo ocurrido después, que es mucho obviar, es que al menos Companys había sido juzgado y pasó por la cárcel. Azaña lo llevaba en su programa de gobierno, era el punto primero del programa del Frente Popular. y fue aprobada por unanimidad en la diputación permanente: CEDA y monárquicos incluidos. Aunque, claro, ya solo tener que acudir a la historiografía del 36 ya es en si mismo pavoroso.

Investigarán el desastre por el que centenares de terroristas de Hamás se infiltraron a través de la frontera

Hoy el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha advertido desde el solemne escenario de la Knesset, el parlamento israelí sito en Tel Aviv, a Líbano e Irán. Se refiere concretamente a la última guerra del Líbano. 2006, también denominada Guerra Israel-Hezbolá. Ha dicho más

Ha dicho que investigarán el desastre por el que centenares de terroristas de Hamás se infiltraron a través de la frontera más vigilada del mundo para hacer una masacre. Hoy el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, ha utilizado una palabra de terribles resonancias históricos. Un progromo. Y sí, es una denominación muy exacta: «Saqueo y matanza de gente indefensa, generalmente judíos, llevados a cabo por una multitud»