“Hasta ahora las frutas y hortalizas se ven reguladas por la comercialización que solo afecta a su apariencia externa y no ha cualidades no visibles”, esto hace que la búsqueda de solo cualidades estéticas “incremente la utilización de productos químicos altamente nocivos para el medioambiente”, nos cuenta el Gerente de la Asociación de Productores de Plátanos de Canarias, Sergio Caceres.
Por tanto, sería engañar con lo que se supone que es fresco. Para fiscalizar este método, Sergio Caceres, tiene algunas recomendaciones, “proponemos que se vinculen las normas de distribución de las frutas y hortalizas a restricciones en el uso de ciertas sustancias y técnicas de cultivo”.
Pese a todo esto, nada funcionaría sin un mayor volumen de inspecciones a productos importados y auditorias comunitarias a terceros países. Preservar la competitividad de las especies es otra de las razones para esta reforma de la Ley de Cadena Alimentaria, un sistema más equitativo donde los productos no lleguen a las tiendas mal etiquetados.
“Esto es un grave problema tanto para el productor como para el consumidor que está comprando un producto que debería tener su identificación”, así lo explica Rebeca Vázquez, Gerente de Origen España.