La enmienda que ha sido rechazada se trataba de una excepción para el sector del Plátano de Canarias ya que establecía que no era obligatorio fijar un precio mínimo de venta para todas las transacciones y todas las categorías de este productor, joya nacional de las Islas Canarias.
Se trataba de conseguir una renta mínima para las miles de familias que viven de este sector en las Islas y que ahora, sienten más cerca la amenaza de su competidor, la banana importada de países como Costa Rica o Ecuador.
Dicha enmienda fue tumbada a última hora por formaciones políticas que la semana pasada se mostraron de acuerdo en aprobar, por lo que el sector del Plátano de Canarias no entiende lo que ha podido suceder, así lo declara Sergio Cáceres, Gerente de ASPROCAN: "entendemos que si el grupo socialista no ha admitido esta enmienda es porque tiene contemplado un plan B".
Si no se llevará a cabo ningún tipo de estrategia "se destruirían millones de kilos de fruta y sería un daño irreversible para más de 8.000 productores que formamos el sector del Plátano de Canarias". Cáceres afirma que estarían obligados a destruir entre el 25 y el 30% de la producción anual de plátanos.
Por todo ello, desde APROCAN, piden al ministro Luis Planas que informe sobre la estrategia de su departamento para no infringir más perjuicio del que ya reciben.