España es un lugar verdaderamente curioso, capaz de convertir un hecho completamente anecdótico pero autóctono en el gran asunto de un acontecimiento internacional.
Si ustedes han podido ver la transmisión del funeral de Isabel II, y es imposible que hayan dejado de verlo aunque solo sea unos minutos, se habrán dado cuenta de que la presencia de Don Juan Carlos, el emérito, no es siquiera una nota a pie de página. Es una verdadera minucia, que puede haber molestado o no a los reyes vigentes, pero eso es imposible de interpretar por sus gestos, porque uno en un funeral tiende a estar circunspecto.
Y en realidad da igual. Les aseguro que entre los 500 mandatarios y dirigentes y entre los 2.000 invitados había gente mucho peor que el emérito y quizás con menos razones para asistir. Pero henos aquí, a todo un ministro de Exteriores como José Manuel Albares explicando esto
Explicar una obviedad siempre tiene algo de inquietante porque significa que alguien la cuestiona. Y si Albares tiene que explicar esta obviedad es porque su socio de coalición en el Gobierno la está cuestionando con un gran desparpajo. Este es Pablo Fernández
Claro que para el Gobierno hay una voz más incómoda que la de Pablo Fernández porque se trata de un socialista. Fíjense que el otro día decíamos que Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha, era un hombre del que siempre se esperaba algo que nunca llega. Hete aquí que ha llegado y hoy ha protagonizado una portada en El Mundo estruendosa, una entrevista concedida a Jorge Bustos en la que cuestiona, esta vez sí, con gravedad la estrategia de Pedro Sánchez y sugiere que está perjudicando a los socialistas como él que tienen que revalidar una mayoría en las urnas.
Critica las compañías de Sánchez, critica a quienes piden un indulto para Griñán, critica el permanente debate de miembros del Gobierno. Luego, como cuando ves tus palabras reflejadas en la portada de un periódico suele entrar el vértigo, pues ha querido matizar sin llegar a recular.
De Castilla La Mancha a Andalucía porque hoy ha visitado Madrid el presidente andaluz, Juanma Moreno, y ha dejado un anuncio de verdadera relevancia en el debate nacional.
Juanma Moreno ha anunciado el fin, de facto, del impuesto de patrimonio en Andalucía. Digo de facto porque una comunidad no puede por sí misma eliminar el impuesto de patrimonio pero sí la puede bonificar al 100% y es lo que va a hacer Andalucía. Así que Madrid y el País Vasco, no son las únicas comunidades que han eliminado este impuesto.
Además Moreno ha anunciado que va a deflactar el tramo autonómico del IRPF. Esto tiene una gran relevancia, porque Andalucía empieza a competir fiscalmente con Madrid y eso hace aflorar a muchas fortunas que ahora mismo están viviendo en Málaga o en toda la Costa del Sol y que ahora están tributando en otros lugares. También supone una forma de atraer la inversión empresarial o el talento, porque lo cierto es que si a las ventajas indudables que la vida ofrece en Andalucía, le añades una buena fiscalidad… desde luego que se convierte en una comunidad muy competitiva.
