El recado de Müller: "La obediencia es un argumento cobarde"
John Müller recuerda a todos los funcionarios y empleados que “no son niños menores de edad jugando en el Estado y que la obediencia debida no es un eximente, es un argumento cobarde”. Ha puesto el ejemplo de un funcionario suspendido de empleo y suelto, que llevaba 10 años fichando sin trabajar, y se ha defendido diciendo que se limitó a hacer lo que le mandaron sus jefes.