Arrancamos La Brújula con la guerra en Ucrania, aunque esta vez desde el punto de vista económico, ya que Europa ha aislado y bloqueado el corazón de la economía rusa. Mientras la ciudad de Járkov ha sido ya reconquistada por los ucranianos y siguen los combates, el mundo ha aislado a Rusia. "Si el pasado viernes parecía que Putin mandaba en Europa, ahora Rusia se ha convertido en un país apestado. Fuera de deportes, encuentros internacionales y hasta Suiza ha bloqueado los fondos rusos", explica Lucas.
Aun así, nada ha impedido que la economía se resienta. El Banco Central de Rusia no puede mover dinero por Europa, cae el rublo y se suben los tipos de interés. "El aislamiento de Rusia, probablemente más eficaz y unitario de lo que esperaba Putin, comprometen con el paso de los días la operación y el futuro de Putin, por eso ha lanzado la amenaza nuclear".
La presión económica, política y militar está presente en la mesa de negociación entre rusos y ucranianos. Hay puntos de entendimiento aunque los ucranianos piden el alto el fuego y los rusos garantía de que Ucrania no entrará en la OTAN.
El mundo le pide a Putin que pare ya. La UE congela las reservas rusas, lo que representa la mitad de su PIB. Puede aumentar la presión y alcanzarse el talón de Aquiles, el gas. Europa ya ha empezado a hacer cálculos de lo que supondría pasar del gas ruso.
Y si las cosas siguen así, España podría sacar tajada. La dependencia de España del gas ruso es de las menores de Europa. Si la UE decide cambiar de proa y traerlo de otros lugares, España podría tener un papel importante.