Nos ha recorrido un escalofrío al ver la imagen del horror. Una maleta de pie. Una manta que cubre un cuerpo inerte. Sale una mano con sangre seca. Un par de metros más allá en un paso de cebra que nunca llegó a cruzar, otro cadáver. Escribe a nuestros ojos y corazón la crónica silente del crimen de guerra. Son parte de la misma familia, asesinada. Un crimen evidente y preciso como la diplomacia que según Podemos no se está aplicando. Porque.... ¿la culpa no es de Putin? Señora Belarra, lo de Rusia si eso lo dejamos. El cadáver es el de uno de los miembros de una familia que cayó bajo las bombas o balas de artillería rusa. Siguen muriendo civiles.
Disparan a la gente cuando tratan de huir. Reclaman los ucranianos la única ayuda que creen eficaz, la solidaridad de las armas. Tristemente pero es así. Hay quién lo sigue negado. Podemos sigue con lo de diplomacia, ahora de precisión. Desde su mundo siguen dando lecciones. La ministra de Defensa, Margarita Robles, dice con Alsina no saber lo que es lo de la diplomacia de precisión.
La portavoz de Podemos, Isa Serra, explica que la diplomacia de precisión es apostar con decisión por esa vía y dice que "la prueba es que están conversando solos y no hay más actores". Imaginamos en las cancillerías de toda Europa revisando lo de la diplomacia de precisión. Pero hay un problema. Si Rusia machaca y asesina a civiles, lo único que se puede hacer con esta diplomacia es regañarles o que vuelvan a la mesa. Y estos están en un gobierno occidental, eso sí, con un partido de guerra ¿O esto también es fake?
