Y los verdugos se convirtieron en víctimas. Y la memoria de las víctimas detuvo la infamia. Esa asociación que se preocupa porque los presos terroristas como Henri Parot tengan que cumplir 40 años de cárcel ha anunciado la suspensión de la marcha homenaje al asesino en serie vascofrancés disfrazada de protesta reivindicativa y solidaria... Y se sienten víctimas, lo denuncian, pobres. Solo pretendían que el que dejó una víctima por cada año que ha pasado en prisión, en su época de sicario etarra salga cuanto antes de su injusto cautiverio. Hablan de presión incalificable.
Vamos a calificarla. Presión de las víctimas de Parot y de ETA, presión de los que consideran insultante rendir homenajes a los asesinos de ETA, presión de empatía con quienes perecieron a manos de sus defendidos, presión de la memoria imborrable de los casi 900 asesinatos de estos presos a los que homenajean como héroes, presión comprensible que ha conseguido detener la marcha homenaje pero que burlan con pequeños actos en el País Vasco. La humillante liturgia de defecar sobre la tumba de los muertos.
"Me temo que si no se les ocurre a estos defensores de sicarios mentar al destripador Parot, hubiéramos seguido asistiendo sin apenas levantar la mano a los Ongi etorris a los etarras que salen de presión", ni olvidar a unos ni blanquear a otros.
Los efectos de la subida del salario
Los efectos secundarios del salario mínimo. Hay que atender a las consecuencias que puede tener, así lo dice el gobernador del banco de España. No hay que verlo con una visión aguafiestas pero sí que hay que contemplar todas las perspectivas. "La patronal no ha firmado la subida pero ha estado dialogando en la mesa. No quiso el acuerdo pero continúa el diálogo social", asegura Yolanda Díaz.