La cosa va rápida. Primero, fue el clímax de hasta aquí hemos llegado de Pablo Casado del lunes. Ayer mismo 'hablemos hasta donde lleguemos', hoy jueves ya hay acuerdo para renovar la justicia salvo su gobierno, el CGPJ. ¿Qué es lo más gordo? Claro. ¿Qué lo de hoy es un paso? También.
De eso se trata de formar y reforzar. El ministro socialista Bolaños con fama de conseguidor y el segundo del PP García Egea, de facilidad para el diálogo. En pocas horas han cerrado un acuerdo sobre lo que ayer propuso Casado. Y ya hay acuerdo: Tribunal de Cuentas, que hoy le ha dado una alegría al Gobierno, el Defensor del Pueblo y la Agencia de Protección de Datos El contento del Gobierno limita con la voluntad del PP de la que se duda. Por eso da un toque la ministra de Hacienda, que apretemos también en lo del CGPJ.
Luego veremos como va la cosa y si más adelante se avanza en esa dirección. Esta es la buena noticia de hoy para el Gobierno, bueno para todos en general. Es bueno que se pongan de acuerdo aunque ese acuerdo tan rápido permítanos que se le caiga el velo y se le vea el postureo de las graves ofensas y los enormes agravios. Si quieren se ponen de acuerdo en dos días, literalmente.
La mala noticia es la decisión del Tribunal de Cuentas de no aceptar como avalista de los condenados por malversación en el procés a la Generalitat, a la que malversaron. Como si un defraudador de Hacienda fuera avalado por Hacienda. Es de sentido común que algo raro hay ahí y parece que jurídicamente, también. Y eso ha determinado el Tribunal de Cuentas pese a que la abogacía del Estado, que depende del Gobierno que se había puesto de lado.
"La justicia contra el pueblo"
Los condenados tendrán que pagar la multa y no son partidarios como Artur Mas, quién denuncia indefensión. La justicia opresora, esa justicia que aplaudimos cuando nos conviene y denostamos si no nos gusta el fallo, muy de los independientes pero también muy de Podemos. Como hoy nos ha demostrado Ione Belarra hablando con Alsina en esta casa, para quien la condena al diputado que golpeo a un policía y a los nuevos fichajes de Irene Montero, son persecuciones políticas a los amigos del pueblo.
La justicia contra el pueblo. Los jueces como oscuros contra demócratas. Lo malo que contra acusaciones así que son pasadas por alto, un miembro del Gobierno en este caso, Ione Belarra, está haciendo algo tan grave como acusar de prevaricación al Tribunal Supremo que condenó al señor Rodríguez y a la señora Serra como al que mantiene imputado en caso de corrupción a la señora Mayer y al señor Mato.
