Puigdemont está un poco más cerca de cumplir con la justicia en España. Él, y el resto del trío fugado; o sea el politólogo Comín y la profesora Ponsatí. Pero no porque el Parlamento Europeo haya decidido levantarle la inmunidad. Es porque el Juez Llarena ha pedido auxilio técnico al Tribunal de Justicia Europeo, si vuelve a por Puigdemont será con el respaldo de ese alto Tribunal. Podemos estar ante el comienzo del fin de la fuga.
"Como me perjudican, ataco a la democracia", dice Lucas sobre las declaraciones de Puigdemont en las que asegura que ha perdido la democracia europea. Argumentario contemporáneo y de estos tiempos de banalidad y sectarismo. Hasta Joan Baldoví ha entrado en el juego: "Un duelo de egos entre la justicia española y algunos partidos. Cuanto más judicialicemos los conflictos, menos avanzaremos en su solución".
Con Puigdemont a Podemos le toca ser oposición dando una gran imagen de estabilidad y criterio al Gobierno por ahí fuera. Esto deja la imagen en Europa de un Gobierno poco fiable. Mientras tanto Rufián se ha vuelto a poner en jarras: "Tanto va el cántaro a la fuente...". Pero Lucas lo tiene claro: "Se encontrarán en la fuente Lastra y Rufián y seguro que no se rompe el cántaro".
Hay gente que se está quedando atrás
Malestar lógico de Esquerra dice la portavoz del Gobierno mientras los que apoya les ponen verdes ahí fuera. Opina Lucas que son muy grandes "las tragaderas de Esquerra", en esto andan los supuestos valedores del rigor democrática. Y mientras tanto, hoy Cáritas ha publicado un informe en el que se demuestra que mucha gente se está quedando atrás. Los sistemas de protección para que nadie se quede atrás no están funcionando y desde Cáritas advierten: "Esta crisis se va a prolongar dos años".