Putin vuelve a dar una vuelta de tuerca al la invasión con un ataque a la central nuclear más grande de toda Europa, la de Zaporiyia. El secretario General de la OTAN destaca la irresponsabilidad de Putin y apela a la diplomacia. Un francotirador británico ha matado a un general ruso. En Sarajevo, serbios apoyados por rusos han matado niños en parques. Rusia deja más rastro de muertes y de refugiados.
El ritmo de salida de refugiados es de miles de personas al día. Ya son más de 1,2 millones de personas los que han salido de Ucrania. Viajes eternos, ante el peligro, con niños, familias partidas, con incertidumbre porque el objetivo es salir del país pero no saben dónde. Ante este paisaje suena a crudo sarcasmo que Putin asegure que no tienen "malas intenciones" hacia sus vecinos mientras pide que no introduzcan más sanciones.
Te mata, te arrasa, te rompe la vida, te la arrebata y te dice que no empeores las relaciones. Es el discurso al que se abona Podemos de que responder con armas cuando te atacan no soluciona nada. El único recurso para la paz parece venir de la presión económica o de la respuesta armada de los agredidos. Lo demás parece dar alas a la estrategia y mentira del mediador. Quizá una mediación de China puede ser una medida a corto plazo.
La UE y la OTAN no va a hacer movimientos respecto al ataque en la central nueclear de Rusia. En la reunión de este viernes se ha descartado que se imponga una zona de exclusión aéreo en el país.