Madrid |
Por ejemplo, en el mundo del deporte, Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, aprovechaba para recomendar a los periodistas que bebieran un poco de vino para animarse en lugar de hacer tantas preguntas.
"Venga, vamos a tomar un poco de vino y dejaos ya de historias de estas, que venís siempre con una cara así de larga", decía.
Donde ha dado más juego es en la política, por ejemplo, con Alfonso Guerra bromeando sobre alguien al que se le había ido la mano antes de hacer declaraciones: "Cuando uno va a una cata de vinos y tiene que dar un discurso, primero se da el discurso y luego se prueban los vinos. Este probó 50 barriles y luego dio el discurso".
José María Aznar decía, en cambio, que él controlaba perfectamente a la hora de beber vino y que nadie tenía que decirle qué podía o no podía hacer: "¿Quién te ha dicho a ti las copas de vino que tengo o no tengo que beber? Déjame que las beba tranquilamente mientras no ponga en riesgo a nadie ni haga daño a los demás".
Aunque si hay alguien de la política que lo ha abordado y ha pasado a la historia por una gloriosa participación en esta materia es Mariano Rajoy con su famoso "¡Viva el vino!", al que le han salido muchísimos imitadores, también en Onda Cero, con un Javier Taboada que en cuanto se anima grita también lo mismo.