Durante 40 años el emperador chino Qin Shi Huang estuvo construyendo la que sería su tumba. Se trata de uno de los más grandes mausoleos del mundo. Está formado por más de 8000 guerreros de terracota -todos ellos distintos y a tamaño natural- que están rodeados por ríos de mercurio. Los investigadores tienen miedo a adentrarse más en la tumba del emperador por miedo a una maldición...