Las sectas religiosas se han quedado obsoletas. La religión ya no es el cebo para las organizaciones sectarias, sino que la promesa de hacerse ricos en poco tiempo mediante las inversiones en criptomonedas son el atractivo que cautiva a los jóvenes emprendedores.
Algunas de las asociaciones de inversión en criptomonedas son en realidad una estafa piramidal que busca a jóvenes ambiciosos por internet y redes sociales. Esta nueva manera de captar adeptos es algo nuevo con lo que la policía todavía no ha aprendido a lidiar.
Comportamientos sectarios y actitudes coercitivas que llevan a divinizar al líder de la organización, visto como un elegido que les llevará a formar parte de una nueva élite social. Manuel Carballal destripa los secretos de las nuevas técnicas de captación para las sectas del siglo XXI.