El pasado viernes, 11 de febrero tuvo lugar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, proclamado en 2015 por la Asamblea General de Naciones Unidas con el fin de despertar vocaciones, visibilizar la contribución y el trabajo de las científicas, y para alcanzar la participación plena de las mujeres y las niñas en la ciencia, además de para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas en este ámbito.
A pesar de que las mujeres representan más del 50 por ciento del alumnado universitario, tan solo el 28 por ciento de ellas estudian carreras adscritas a las denominadas STEM -acrónimo inglés que aglutina ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas-. Parece ser que el factor educacional es muy importante en esta decisión.
Es por eso que, con motivo de este Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, diversos centros educativos y centros divulgativos apuestan por incorporar actividades orientadas a la ciencia en su programación. Así nos lo ha explicado María Mayán, la coordinadora del grupo de la Mujer y Ciencia de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología (SEBB), y co-organizadora del evento "Rompiendo techos de cristal: la mujer científica, del laboratorio al emprendimiento” que tuvo lugar el pasado viernes en el Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Rompiendo techos de cristal
Con motivo del Día Mundial de la Mujer y la Niña en la Ciencia, la SEBB organizó un encuentro entre dos científicas y una emprendedora con el fin de "visibilizar la contribución y trabajo de la mujer en las áreas STEAM, despertar vocaciones científicas y revindicar todo lo que queda para alcanzar la igualdad de oportunidades en el ámbito científico, empresarial y tecnológico", según ha explicado María.
El encuentro al que asistió doña Letizia dio el pistoletazo de salida a un ciclo de charlas que concluirán el próximo 8 de marzo, en el Día Internacional de la Mujer. La implicación de la reina para con la mujer en la ciencia es crucial para que visibilizar esa brecha de la que hablaron, un concepto que apela a la desigualdad entre hombres y mujeres y que ha sido acreditado por diversos estudios. Según la científica, esta brecha STEM "todavía está más pronunciada" y evidencia que "las científicas no evolucionamos al mismo tiempo que evoluciona la sociedad en general"
También se habló del techo de cristal al que se enfrentan las mujeres en el mundo de la ciencia, en todas las áreas. "Por lo general, la mujer en la carrera científica tiene muchas más barreras que un hombre", ha expuesto María para a continuación apuntar que "a las mujeres en la ciencia se nos ve menos capaces, menos competitivas".
Al parecer, el factor educacional es muy fundamental en esta decisión. Según un estudio publicado en 2017 por la revista Science, hasta los cuatro años de edad no existen diferencias de género entre niños y niñas, pero a los cinco años las niñas empiezan a pensar que las ciencias son más difíciles y a los seis que son para niños.
"Eso es muy triste porque quiere decir que ya tienen prejuicios y que a esa edad empiezan los estereotipos", ha señalado al respecto.
El futuro de la mujer
Desde el grupo de la Mujer y Ciencia de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología están luchando para que la brecha entre mujeres y hombres dedicados a la ciencia poco a poco vaya desapareciendo, pero lo cierto es que de momento los datos no son muy halagüeños.
La investigadora ha explicado que, por primera vez desde hace siete años, España ha perdido talento femenino en el ámbito científico durante las primeras fases de la carrera investigadora. "En la sociedad tenemos la percepción de que las mujeres estamos mejorando, pero los datos científicos indican que estamos empeorando", ha subrayado.
Así pues, labores como la suya resultan fundamentales para visibilizar la figura de importantes mujeres científicas que puedan erigirse en referentes de las nuevas generaciones. "Queremos crear un efecto espejo que despierte vocaciones científicas", ha dicho. "Si yo puedo, tú también puedes", ha agregado.
