Los templarios eran los guardianes del dinero de todo el mundo, eran monjes, banqueros y soldados. Después incluso fueron herejes y este último aspecto de los templarios sustenta otro mito que gira en torno a ellos que es el de "La maldición de los templarios".
Se dice, por un lado, que estos monjes tenían un tesoro inmenso y por otro lado, que ese tesoro no existe que el tesoro de los templarios estuvo en el bolsillo de los franceses. El Rey de Francia acabó quedándose con el dinero de estos.
El Rey mandó a todos sus soldados a buscar los libros fundacionales de los templarios porque él quería formar parte de la orden templaria y no fue admitido, en consecuencia urdió un plan con la colaboración del Papa y del Primer Ministro para acabar con ellos acusándolos de herejía.
Los templarios eran dueños de muchas reliquias, eran la primera orden militar que predicaban con la biblia y empuñaban las armas. Monjes y guerreros, los primeros de estas características en el ámbito del cristianismo. Por todo ello son tantas las leyendas que giran en torno a estas figuras que serán siempre un misterio.