A mediados del siglo XIX, la gente en Liverpool se vivía del mar, aunque era un trabajo muy duro en el que la gente moría. Muchos niños comenzaron a perder a sus familiares. Es por esto por lo que se construyó un orfanato. "El objetivo era acoger a todos esos niños que tuviesen problemas en sus casas, tanto económicos como sociales", dice Falcó.
A medida que va pasando el tiempo, el número de residentes comienza a disminuir. "Los padres quieren ayuda, pero no quieren internar a sus hijos", explica. Esto provocó que hubiese problemas para mantener económicamente la institución.
Allí, en este lugar, ocurrieron situaciones extrañas que no dejaron a nadie indiferente.