Laura Falcó Lara, presidenta de Prisma Publicaciones en el Grupo Planeta, expone en 'La rosa de los vientos' algunos de los experimentos más sorprendentes en relación al poder de la mente y a la posible existencia de fenómenos no perceptibles a partir de los cinco sentidos convencionales.
El experimento Philip
El experimento de Philip se realizó en Canadá, en el año 1972, bajo la dirección del Doctor George Owen. Aunque pretendía confirmar que los fantasmas eran producto de la mente humana, finalmente arrojó resultados que todavía hoy siguen siendo confusos.
Owen conformó un grupo de ocho personas con el aparente objetivo de demostrar que los fantasmas eran una creación humana. La primera parte del experimento consistió en construir un personaje de ficción al que llamaron Philip Aylesford. Partiendo de tiempos y lugares reales, inventaron una vida que deliveradamente contenía contradicciones.
En septiembre de del mismo año, procedió con la segunda parte del experimento fundamenta en el espiritismo. El grupo comenzó a invocar a su fantasma, de forma sistemática. Durante casi un año, todos se concentraban para que este se manifestara sin que sucediera nada. Sin embargo, cuando alguien propuso realizar las sesiones de espiritismo con las luces apagadas, todo cambió.
Al principio algunos dijeron sentir una presencia en la habitación, después empezaron a sentir ráfagas de viento y susurros en el oído e incluso a escuchar golpes sobre la mesa. Lograron establecer una comunicación con el fantasma y a partir de entonces los fenómenos paranormales no cesaron.
"No es que crearan un fantasma, sino que gracias a la fuerza de la mente produjeron una serie de fenómenos paranormales", explicaba Laura que se muestra convencida de que el potencial del poder de la mente es muy grande e incluso podría ser responsable de la telequinesis, "una habilidad que puede provocar efectos físicos", ha señalado.
Otros experimentos
La presidenta de Prisma Publicaciones ha compartido otra serie de experimentos e investigaciones científicas que "o bien ponen en tela de juicio la existencia de estos fenómenos paranormales o bien concluyen con dudas fehacientes de que no está claro lo que ocurre", apuntaba.
Uno de los experimentos que ha expuesto ha sido el del "enigma del estómago revuelto" que se relaciona directamente con el origen de las armas de infrasonidos.
