En diciembre de 1979 en España se desencadenó una oleada de avistamientos ovnis. Por aquel entonces ese tipo de fenómenos se recogían en la prensa nacional y el periodista J.J. Benítez ya los documentaba mediante los testimonios de los distintos testigos. Más de cuarenta años después,el ufólogo navarro continúa una investigación cuyo numero de evidencias aumenta conforme avanzan los años.
El pasado 6 de octubre, J. J. Benítez publicó Mis «primos», la continuación de Solo para tus ojos (2016) que se erige en el vigésimo quinto libro del periodista sobre el misterio de los "objetos volantes no identificados". En sus páginas, el investigador reúne más de doscientos casos inéditos en todo el mundo que demuestran que el fenómeno ovni es real y que, por tanto, "sus primos" existen.
"Es una forma un poco bromista de definirlos porque, después de tanto tiempo persiguiéndoles, se crea un poco de familiaridad", comentaba sobre el licenciosos sobrenombre que ha concedido a los denominados ovni.
Los primos de J. J. Benítez
En Mis «primos», el periodista recoge doscientos cincuenta casos de avistamientos ovnis que se remontan a los vestigios de la presencia de extraterrestres en la Tierra. Y es que, según indica el investigador, seguramente ya aterrizaron en la Tierra en la época de las cavernas como atestiguan pinturas rupestres, petroglifos, leyendas y mitologías.
Benítez está convencido de que "han sido mis primos quienes se han autodibujado en las cuevas, porque no tiene explicación que hace 14.000 años un natural de lo que hoy es Argelia sepa lo que es el cierre de una escafandra o una cremallera". Aunque el periodista reconoce que es una hipótesis difícil de demostrar, "poco a poco va tomando cuerpo".
Benítez también habla de la representación Dushara, el dios de los nabateos de Petra que, posiblemente por la influencia ovni, fue representado en forma cúbica. Además cuenta que, varios siglos después, precisamente una niña sevillana llamada Petra vivió una experiencia extraterrestre similar cuando unos "seres muy altos", la introdujeron en su nave espacial con la que recorrió el cielo de la Tierra antes de regresar a su cortijo. Esto fue en los años 30 del siglo pasado y Benítez tuvo la oportunidad de recoger el testimonio de la mujer en primera persona.
La vida extraterrestre
J. J. Benítez era contundente: "Esa historia de que la sociedad puede llegar a inventarse el fenómeno ovni me parece un cuento chino porque, cuando un radar militar capta un objeto a 87.000 kilómetros por hora, no hay colectivo social que pueda haberlo inventado", defendía añadiendo que "son hipótesis absurdas que a veces se ponen de moda y que algún supuesto investigador alienta".
El periodista explicaba que en el universo existen al menos cien mil millones de soles con sus respectivos cortejos planetarios, por lo que "ahí tiene que haber vida a mogollón". "No sabemos de dónde vienen los ovnis, pero venir, vienen", manifestaba el periodista apuntando que existen tres hipótesis para explicarlo.
"La primera hipótesis es que vienen de otra galaxia, la segunda hipótesis es que lo hacen de otras galaxias y la tercera y última hipótesis -para mí la más interesante- es que proceden de otras dimensiones que no conocemos ni entendemos", explicaba.
Ave fénix
El pasado mes de enero falleció Blanca, la esposa del periodista, a causa de un cáncer detectado un año atrás. La pérdida supuso un enorme varapalo para el autor de Caballo de Troya que, poco a poco, comienza a recuperarse emocionalmente y, en consecuencia, también a nivel laboral.
"Estoy un poco mejor, saliendo del túnel" confesaba el periodista que, no obstante, aún se mostraba bastante dolido: "Soy un perfecto idiota, un inútil y me cuesta mucho trabajo salir adelante sin Blanca, pero poco a poco lo estoy consiguiendo y la investigación me está ayudando mucho".
Lo cierto es que hace unos meses, J. J. Benítez retomó la investigación de la mano del testimonio de un cazador furtivo que, al parecer, avistó un ovni a través de la mira de su escopeta. Por fortuna, pudo grabar el fenómeno e informarle al periodista sobre aquello. Aunque por aquel entonces Benítez se sentía "desarmado", el suceso le ha alentado lo suficiente como para querer atravesar fronteras: "Si puedo, en noviembre daré el salto a América", revelaba.
Una vida dedicada a la investigación
Casi desde sus orígenes J. J. Benítez se interesó por el fenómeno ovni y a pesar de lo agotador de una labor tan polémica, el periodista se mantiene impertérrito en sus convicciones.
"La curiosidad no ha desaparecido, el entusiasmo y el interés por la investigación siguen siendo iguales a pesar de que hoy soy más viejo", expresaba el periodista.
No obstante, el ufólogo también reconocía que a lo largo de su carrera se ha enfrentado a momentos más complicados que le suscitaron ciertas dudas en cuanto a la continuidad de sus investigaciones.
"En el año 78 yo estaba bastante indeciso. En la Gaceta del Norte no me permitían seguir investigando el tema ovni porque el Opus Dei había entrado en escena y, por tanto, si quería investigar el fenómeno ovni, tenía que dejar el periodismo activo", explicaba el navarro.
Sin embargo, pese a las dudas, la realidad es que J.J. Benítez apostó por sus investigaciones que le han convertido en un reputado periodista dentro del mundo de la ufología.
"Han sido muchos años de investigación diaria y constante y, aunque ha habido momentos de cansancio que me sugerían el abandono, mis primos no lo han permitido", concluía.