A inicios de los años 80 el escándalo del aceite de colza conmocionó a la sociedad española que se enfrentó a la peor crisis sanitaria hasta la fecha. Según la Organización de Consumidores y Usuarios de España, cinco mil personas murieron y al menos veinte mil quedaron con secuelas de por vida después de consumir este aceite industrial que se vendía como apto para el consumo humano.
El denominado "Síndrome de Aceite Tóxico (SAT)" se convirtió en una nueva enfermedad que destrozó la vida de miles de familias en el país. Esta semana una inusual protesta en el emblemático Museo del Prado de Madrid ha devuelto el asunto a los titulares cuarenta años después.
A lo largo de todos estos años, las personas afectadas no han cesado en sus reivindicaciones para que las instituciones resarzan de algún modo el injusto daño ocasionado a miles de personas. Personas como Carmen Cortés, la portavoz de la plataforma Síndrome Tóxico que también ha apoyado la protesta del Museo del Prado.