Javier Arries presenta en 'La rosa de los Vientos' Espíritus y seres de la mitología nórdica, el libro donde expone la historia de diversas criaturas cuyos mitos sobrevivieron a la cristianización y evolucionaron de la mano de las creencias nórdicas que defienden la existencia de criaturas invisibles de la Naturaleza.
En el libro, del mismo modo que a lo largo de esta entrevista, Arries explica el origen de todas estas criaturas presentes en los mitos nórdicos, así como su interacción con los dioses y su relevancia en en su mundo mitológico. Capítulo a Capitulo el escritor profundiza en la descripción del carácte de estas criaturas cuya personalidad se esgrime a partir de sagas, cuentos, canciones populares y narraciones recogidas por los folcloristas.
La creencia en la mitología
Todavía hoy en día la mitología nórdica sobrevive entre las creencias de personas de todo el mundo, pero sobre todo, en Islandia.
"A pesar de que la mayoría de los países nórdicos fueron cristianizados, buena parte de su mitología sobrevivió mediante paisajes y toponimia", ha explicado Arries apuntando que "en Islandia diversas formaciones rocosas preservan los nombres de estos seres mitológicos, sobre todo de gigantes, debido a que se pensaba que habían quedado petrificados en forma de montañas".
Asimismo, existen multitud de noticias que avalan la subsistencia de estas creencias. A este respecto el escritor ha compartido una noticia de un periódico donde alguien afirmaba que había visto una Huldra -una mujer de los bosques con cola de baca- saliendo del río. "Esto demuestra que sigue creyendo en aquellos seres mitológicos que todavía están muy presentes y vivos", ha argumentado. También ha explicado que incluso existen videntes que afirman que ven a las denominadas criaturas ocultas de la Naturaleza.
La evolución de los seres mitológicos
Con el transcurso de los tiempos, la mitología nórdica evolucionó demonizando a sus criaturas. No en vano, el Cristianismo había instaurado una nueva doctrina de pensamiento donde estos seres no tenían cabida.
"Los clérigos cristianos trataron de demonizar a los dioses, a los elfos y a los duérgar convirtiéndoles en pequeñas y risibles criaturas", ha dicho. Es así como la imagen del enano gruñón ha trascendido hasta nuestros días de la mano de relatos populares como el de Blancanieves. Según explicaba Arrias, Tolkien, por su parte, rescató la visión del elfo como una criatura de luz que aparece en los bosques de una manera etérea.
En cualquier caso, el escritor incidía en la importancia de preservar la tradición de estos mitos para "compensar el mundo frío en el que vivimos". "Vivimos en una sociedad demasiado tecnificada y estamos perdiendo la visión animista del mundo", alertaba para concluir.