El pasado 12 de noviembre de 2021, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) compartió en redes sociales uno de los hallazgos más reveladores de su expedición Windows to the Deep 2021, un programa de exploración de aguas profundas del Atlántico. Avistaron a más de 2.000 metros de profundidad un tipo de calamar gigante que nunca antes se había identificado en la zona del Golfo de México de Florida, en Estados Unidos.
Por eso, en 'La Rosa de los vientos' hablamos con Luis Laria, el presidente y fundador de la Coordinadora para el Estudio y Protección de Especies Marinas que nos explica las claves de este hallazgo, así como de algunos misterios ocultos en las profundidades del océano.
El hallazgo del calamar gigante
Las condiciones del entorno natural a más de 2.000 metros de profundidad son muy complicadas. Sin embargo, las expediciones científicas con vehículos submarinos operados de forma remota cada vez revelan más detalles sobre la fauna oculta en el fondo marino.
Gracias a la expedición Windows to the Deep 2021, el pasado 12 de noviembre el ser humano tuvo acceso a un hallazgo inédito: la NOAA descubrió un tipo de calamar gigante que nunca antes se había visto en las aguas del Golfo de México.
Concretamente, identificaron un magnapínido (Magnapinnidae), una familia de calamares gigantes que pueden alcanzar hasta los siete metros de largo. Conocidos como bigfin -en inglés, gran aleta- por la forma de su cuerpo de apariencia fantasmal, los magnapínidos presentan ocho brazos y dos tentáculos delgados que ocupan más de tres cuartas partes de su cuerpo. Mientras los brazos poseen ventosas a lo largo de la extremidad, los tentáculos carecen de ellas o bien, únicamente las tienen en el extremo.
Los científicos de la NOAA grabaron un vídeo que después compartieron en redes sociales. "El barco Okeanos de la NOAA ya ha atracado de forma segura en el Puerto de Canaveral, en Florida y nuestra aventura Windows to the Deep 2021 ya ha terminado. Aquí tenéis un video del calamar gigante que encontramos en el Golfo de México" tuiteó la organización. Asimismo, añadieron un link a una nota informativa que ampliaba la información del hallazgo.
Todo un mundo submarino
A más de 2.000 metros de profundidad, la ausencia de luz y la elevada presión complican la vida de muchas especies que en ese contexto seríamos incapaces de sobrevivir. Sin embargo, explicaba Laria, existe todo un mundo submarino repleto de especies colosales, casi monstruosas, que han adaptado sus organismos al entorno, motivo por el que la bioluminiscencia y los enormes dientes constituyen la tónica común de diversas especies.
En cualquier caro, Laria reconoce que no le caben dudas de que aún queda mucho por explorar. Está convencido de que existen multitud de especies que todavía no han sido identificadas y cuyos hallazgos estarán supeditados a la evolución tecnológica. No obstante, el investigador también incidía en la posibilidad de que, poco a poco, se empiecen localizar extrañas especies varadas fuera de su hábitat natural: "señal de que algo no va bien", apuntaba.
Por este motivo, desde 'La rosa de los vientos' subrayamos la importancia de desarrollar la conciencia medioambiental en aras de seguir el curso sustancial de la naturaleza.