Lleva muchos años alejado de los focos mediáticos, pero al contrario de la casi totalidad de sus compañeros, él sí apareció en programas de radio y televisión. Militar de carrera apasionado de las unidades especiales, estuvo destinado en el servicio secreto SECED y luego en el CESID, donde cumplió importantes misiones en España y el extranjero. Después colgó el uniforme de espía y se dedicó a aplicar en la sociedad civil los conocimientos acumulados durante tantos años.
"El trabajo de campo no se puede aguantar mucho por el desgaste psicológico"
Primero fue en un campo de entrenamiento en Cataluña, luego en asesoramiento en temas de seguridad e inteligencia a Gobiernos como el de Georgia. Más tarde, se especializó en liberación de secuestrados en países conflictivos en la materia, como México. Y entre medias participó en una investigación para localizar al empresario aragonés Publio Cordón, secuestrado por ETA.
'Os matarán en nombre de Dios', su próxima novela es una historia de religiones y espías llenas de poder, violencia, engaños y corrupción. Estas cuatro variables han estado muy presentes en la vida de Fernando San Agustín, que nos cuenta en 'La rosa de los vientos' los secretos de su exprofesión: "Yo quería ser maestro de escuela y si no, militar. Al final decidí lo segundo porque era como una especie de maestro de los ciudadanos que les enseñaba a convivir, autoridad, respeto y otros valores".
Después de eso, vino su carrera como agente secreto y espía, carrera que tuvo que dejar porque "uno se cansa de todo". Asegura que no puede entender a la gente que está más de 12 años en el Servicio de Inteligencia, "a menos que tengan el turno de oficina, pero trabajar fuera, en el campo, no se puede aguantar mucho por el desgaste psicológico".
Conflicto Ucrania - Rusia
Es muy tajante al opinar sobre la crisis de Ucrania: "Es una pelea de gallos entre Biden, que necesita hacerse el gallito para ganar las próximas elecciones y un Putin que tiene complejo de zar". Afirma que el problema de este conflicto, como en todos, es que los dos gallos de pelea no pelean entre ellos, "sino que mandan a pelear a las gallinas" y eso supone "la vida y la muerte de mucha gente; lo que tendrían que hacer sería ponerse ellos dos en un rin y matarse a golpes". Afirma que en Donbás, "habrá una pelea de gallos" con miles de muertos que "a ellos les dan igual".
Sobre cómo funcionan los servicios de inteligencia y su papel en el asesoramiento sobre conflictos, asegura que no conoce ningún consejo ni advertencia de los servicios de inteligencia a los gobiernos que acertara: "Siempre la cagan, siempre fallan".