España no participó en la II Guerra Mundial, pero los espías españoles fueron muy importantes en su desarrollo. "Fueron personajes anónimos que se jugaron la vida y que nos enteramos de sus éxitos por casualidad", dice Fernando Rueda.
Uno de ellos fue Joan Pujol García, más conocido como Garbo por los ingleses o como Alaric Arabel por los alemanes, que ha ganado el título oficioso del espía más importante de todos los tiempos. "No tenía ni idea de lo que era el espionaje ni conocía otras lenguas más allá del español, pero gracias al servicio secreto inglés y su valentía pudo engañar a los alemanes", comenta el colaborador.